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Venezuela

Juan Guaidó, el líder inesperado que ha devuelto la ilusión a la oposición de Venezuela

  • Diputado de Voluntad Popular desde 2016, siempre ha crecido a la sombra de Leopoldo López
  • Por el momento, ha logrado unir a una oposición antichavista que estaba dividida y debilitada

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La oposición a Maduro resurge con Guaidó

"Es un mesías, y tenemos que defender a este mesías. No como a Henrique Capriles, al que dejamos caer cuando no salimos a protestar por el robo electoral de 2015", dice una señora en el populoso barrio de Petare. Se trata de un lugar muy humilde, plagado de viviendas sobre los cerros sin adornar con vistas a los elevados edificios de Caracas y donde el chavismo parece que ha perdido el favor. Porque todos los que hablan con los enviados especiales de RNE dicen que no aguantan más.

"O esto cambia, o no tenemos futuro. Él es camino", decía el pasado jueves uno de los cientos de estudiantes de la Univesidad Central de Venezuela que hacían cola para intentar asistir a la presentación del 'Plan país' de la oposición. Esta repentina devoción sorprende ya que hace un mes pocos sabían quién era el hombre que este lunes ha sido por varios estados europeos, encabezados por España, como el presidente interino de Venezuela, y que ya cuenta con el respaldo de los gobiernos de Estados Unidos, Colombia, Argentina, Ecuador Perú o Brasil.

Juan Guaidó fue elegido el 5 de enero como presidente de la Asamblea Nacional en la rotación que le correspondía a su partido, Voluntad Popular, la formación liderada por Leopoldo López, condenado desde 2014 por la violencia en las protestas que dejaron entonces 43 muertos. Al frente de la única institución que controla la oposición en Venezuela, con 36 años por cumplir e ingeniero formado en Estados Unidos, Guaidó se bregó en la política como uno de los escuderos más fieles de López.

España reconoce a Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela para que convoque elecciones cuanto antes

Su figura siempre escoltaba las arengas del líder de Voluntad Popular a sus seguidores antes de entrar en la cárcel. Creció a su sombra y asumió un papel importante a la hora de exigir su libertad. Y el 23 de enero, como presidente de la Asamblea Nacional, levantó su mano y juró como "presidente encargado" al considerar que el puesto de Jefe del Estado está vacante, dado que las elecciones del mes de mayo que boicoteó la oposición y ganó Nicolás Maduro "no son legítimas". Fue la mayor ruptura política venezolana en mucho tiempo.

Pero el principal mérito de Guaidó ha sido aglutinar de nuevo a la oposición al chavismo, la Mesa de Unidad Democrática, que quedó muy tocada por desavenencias internas. Unos apostaron al diálogo con el Gobierno y otros -como los compañeros de partido de Guaidó- abogaban por la ruptura y la protesta en las calles.

Ilusión frente a desprecio

Así, ha logrado devolver la ilusión a aquellos que desean el fin del chavismo y que han visto en él un liderazgo no contaminado en la pasional política venezolana. El pasado sábado, cientos de personas ocupaban los vagones del metro en dirección a la marcha convocada por la oposición para exigir un cambio de Gobierno. "Llegó Guaidó y este Gobierno ya cayó", bramaban ungidos en banderas tricolores y usando paredes y techos de los vagones como tambores.

Para los seguidores de Nicolás Maduro, Guaidó es un golpista y un agente encubierto de la Casa Blanca que viene a facilitar un control estadounidense sobre las riquezas del país. "Un niñito que aparece un día en un parque y dice que es el presidente. Eso no es serio, no es digno de ser presidente de Venezuela", aseguraba una miliciana chavista en la marcha que Nicolás Maduro convocó para celebrar los 20 años de la llegada de Hugo Chávez al poder y para reactivar a sus seguidores.

El pulso entre Maduro y Guaidó se vive en las calles de Caracas - Ver ahora

En esa avenida de Bolívar de Caracas, lo más habitual era el desprecio a la hora de hablar de Guaidó. Otro miliciano se animaba: "Es un diputado que ha perdido la cabeza porque el único presidente de Venezuela es Nicolás Maduro y Chávez nos enseñó que teníamos que defendernos de ataques como éste".

Guaidó defiende que todas sus propuestas e ideas proceden de un trabajo conjunto de la oposición, hecho en Venezuela, y con el objetivo claro de cambiar el modelo de estado que ha perdurado en Venezuela desde 1999. "El venezolano no quiere que le regalen la comida, quiere poder pagarla con su esfuerzo", prometía durante la presentación de su propuesta económica que incluye la apertura al sector privado del sector petrolero.

Dice Guaidó que tarde o temprano las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas se pondrán del lado del pueblo (y del suyo) ante la grave crisis económica que vive el país, pero, como todo en la política venezolana, nada se sabe hasta que pasa. Queda por ver primero qué va a suponer en realidad su reconocimiento como "presidente encargado" por parte de varios países y, sobre todo, si su figura política consigue perdurar o si se desvanece como ha ocurrido ya con otros tantos liderazgos políticos de la oposición en Venezuela.