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La era Trump

Washington eleva la presión contra Irán con un nuevo paquete de sanciones

  • Las medidas afectan a los sectores financiero, naval y energético pero eximen a ocho países que seguirán comprando crudo iraní
  • Irán advierte de que resistirá el "acoso" de Washington y pide a la ONU una "respuesta a la irresponsabilidad de EE.UU."

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Compra de riales iraníes en Basra
Compra de riales iraníes en Basra.

La administración Trump ha hecho oficial este lunes su creciente enemistad con Irán al entrar en vigor la segunda tanda de sanciones contra el régimen por no respetar el pacto nuclear, según acusó el presidente, Donald Trump. Las restricciones afectan a más de 300 individuos y barcos en los sectores naval y energético iraníes, según ha anunciado el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que ha advertido de que seguirán en vigor "hasta que Teherán cambie de actitud".

Seis meses después de retirar a Estados Unidos del acuerdo por el que Teherán se compromete a no desarrollar armas nucleares, el presidente anunció en plena recta final de campaña para las elecciones de mitad de mandato que el paquete sería el más duro contra la república islámica y el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, advierte de que habrá más.

"El régimen iraní tiene opciones: puede hacer un giro de 180 grados en su curso de acción ilegal y actuar como un país normal, o puede ver cómo se desmorona su economía", ha advertido Pompeo en rueda de prensa.

El régimen iraní se expone al aislamiento económico hasta que cambie su comportamiento desestabilizador

Washington ha sancionado además a más de 50 bancos iraníes, entre ellos el Banco Central iraní y el Banco de Desarrollo de Exportaciones de Irán (EDBI), la Organización Atómica de Energía, la aerolínea iraní y a la industria petrolífera, pero Washington exime a ocho naciones que habitualmente compran crudo a la República: China, Japón, India, Corea del Sur, Taiwán, Grecia e Italia. Según Pompeo, más de una veintena de países han reducido sus importaciones de crudo iraní en los últimos meses a menos de un millón de barriles.

A partir de ahora, los activos que los sancionados tienen en EE.UU. están congelados y los estadounidenses y sus empresas no podrán hacer negocios con los afectados.

Irán pide la intervención de la ONU ante el "acoso" de EE.UU.

Irán, que no se muestra especialmente preocupado, acogió una multitudinaria manifestación contra Estados Unidos este domingo en la víspera de que entrar en vigor las medidas punitivas, que considera que atacan la libertad de comercio internacional.

Este mismo lunes, el embajador iraní ante la ONU, Gholamali Khoshroo, ha enviado una carta al secretario general, Antonio Guterres, en la que critica el desafío "bravo y audaz" de Washington a la resolución del Consejo de Seguridad de octubre por el que ordenó a EE.ÇUU. paralizar parte de las sanciones. Teherán solicita además una "respuesta de la comunidad internacional al comportamiento irresponsable de EE.UU." para "defender el Estado de derecho, impedir que se mine la diplomacia y proteger el multilateralismo".

El servicio de mensajería banquero suizo SWIFT,  que ha suspendido el acceso a determinados bancos iraníes en interés por la "estabilidad e integridad del sistema financiero mundial", según ha detallado en una nota. En respuesta, el director del Banco Central Iraní ha anunciado que está estudiando volver a aplicar sanciones a Estados Unidos.

Para el presidente iraní, Hassan Rouhaní las medidas son "ilegales e injustas" y el "mayor objetivo de las sanciones del enemigo es nuestro pueblo". El líder ha advertido de que va a seguir vendiendo petróleo y ha amenazado de que se resistirían "a la presión" de la "guerra económica contra Irán".

Por su parte, el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, ha querido restar importancia al nuevo paquete "acosador" de sanciones, con el que Estados Unidos no hace sino aislarse más, en referencia a la oposición de la Unión Europea al movimiento de Trump.