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Angola

La ONU y Oxfam alertan de la situación de 300.000 inmigrantes congoleños expulsados de Angola

  • Angola alega que es una operación contra la minería ilegal de diamantes

La ONU denuncia asesinatos y violación de derechos humanos

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Inmigrantes congoleños expulsados de Angola se dirigen a la provincia de Kasai, en la República Democrática del Congo (RDC), el 13 de octubre de 2018. REUTERS/Giulia Paravicini
Inmigrantes congoleños expulsados de Angola se dirigen a la provincia de Kasai, en la República Democrática del Congo (RDC).

La ONU y organizaciones no gubernamentales como Oxfam han advertido del peligro que corren los alrededor de 300.000 migrantes congoleños expulsados de Angola en las últimas semanas.

La Alta Comisaria de la ONU para los Derechos Humanos, Michel Bachelet, ha confirmado la muerte de seis personas, presuntamente a manos de las fuerzas de seguridad angoleñas, y ha denunciado los "graves abusos" a los que son sometidos los expulsados, entre los que hay familias enteras, informa Reuters.

"Mucho de los que se vieron obligados a huir han experimentado o sido testigos de grave violencia en Angola", ha declarado por su parte el director de Oxfam en República Democrática del Congo (RDC), Chals Wontewe. "Traumatizados y hambrientos, necesitan desesperadamente ayuda".

El gobierno angoleño justifica las expulsiones como una campaña contra la minería ilegal de diamantes y niega cualquier violación de los derechos humanos.

Los congoleños han llegado a la región de Kasai, una de las más pobres de la RDC, escenario de violentos conflictos en el pasado y cuya población apenas tiene ya para sobrevivir, alerta Oxfam.

Expulsados por los soldados

Muchos de los que han huido de Angola han contado que han sido víctimas de violencia como palizas, agresiones sexuales y violaciones, mientras que otros han sido robados y han visto destruidas sus viviendas. En algunos casos han tenido que caminar durante días sin comida o cobijo y se espera que el éxodo continúe en los próximos días, según la información de Oxfam recogida por Europa Press.

Yvette, una enfermera de 40 años, es una de ellas. Tras trabajar desde hace diez años en Angola y pese a su documento de residencia, fue detenida. "Todo ocurrió en unos pocos días. Primero escuchamos sobre la decisión de que nos iban a expulsar por el jefe del barrio. Luego, hubo ambulancias con megáfonos difundiendo mensajes en los que se aconsejaba a los extranjeros que se marcharan y luego llegaron soldados fuertemente armados", cuenta a Oxfam. "

Otros, como Jean, un fotógrafo y padre de tres hijos, se habían refugiado en el país vecino huyendo del conflicto en RDC. "Tenía miedo del conflicto y quería salvar a mi familia, pero un día llegó un gran número de hombres armados a mi casa junto con seis soldados", explica.

Mientras no podía moverme, cogieron a mi hija y la violaron

"Me encerraron en casa, me ataron las manos y me tiraron al suelo. Mientras no podía moverme, cogieron a mi hija y la violaron", relata, asegurando que su hija está "totalmente en shock". "Estoy haciendo todo lo posible para ayudarla. Estos hombres nos robaron todo lo que teníamos", ha añadido.

Riesgo de conflicto en la región de Kasai

La región de Kasai, en el sur de la República Democrática del Congo, es una de las más pobres y se enfrenta ya a altos niveles de malnutrición, además de a un brote de cólera.

"Las comunidades en Kasai están haciendo todo lo que pueden para ayudar pero ya tienen problemas para hacer frente a la pobreza, el hambre y la enfermedad", subraya el director de Oxfam, que precisa que "las familias están acogiendo a hasta 30 de los retornados pese a que sus propios hijos ya tienen desnutrición aguda".

En 2016-17, la región fue escenario de un brote de violencia en el que murieron 5.000 personas y 1,5 millones abandonaron sus hogares.