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Presupuestos Generales del Estado

Jordi Sànchez (ANC): "Los presos no queremos ser moneda de cambio de ninguna negociación" por los Presupuestos

  • Sánchez escribe una carta en La Vanguardia contra la condición de los independentistas para apoyar los PGE
  • Puigdemont coincide con el "magnífico análisis" de Jordi Sánchez

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El expresidente de la ANC, Jordi Sánchez, en una imagen de archivo
El expresidente de la ANC, Jordi Sánchez, en una imagen de archivo

El exlíder de la ANC, Jordi Sànchez, en prisión preventiva desde hace más de un año por la causa del 'procés' independentista en Cataluña, ha tirado por tierra en una carta publicada por La Vanguardia la condición que exigen los líderes independentistas de JxCat y ERC de que el Gobierno de Pedro Sánchez haga un "gesto" a favor de los políticos presos para apoyar sus Presupuestos Generales del Estado para 2019.

"No entiendo la razón ni comparto el hecho de pedir un gesto al Gobierno español a favor de los presos para aprobar los presupuestos de Pedro Sánchez", ha afirmado.

En su misiva, reconoce que el proceso judicial que instruye el Tribunal Supremo es "injusto y duro". "Precisamente por ello necesitamos hechos y no gestos".

No hicimos el referéndum del 1 de octubre para aprobar los presupuestos del Estado

Además, "los presos no somos, no queremos ser, moneda de cambio de ninguna negociación política. Menos aún quiero en mi desdicha como preso y encausado ser intercambiado por unos cuantos votos para los Presupuestos Generales del Estado". "No hicimos el referéndum del 1 de octubre para aprobar los presupuestos del Estado", ha añadido.

Sànchez recuerda en su carta las 48 horas anteriores a entrar en prisión el 16 de octubre de 2017, cuando pidió a sus compañeros de la ANC "trabajar para lograr la independencia y que si finalmente era encarcelado, les agradecería su apoyo, pero en ningún caso les permitiría intercambiar en mi nombre nuestra libertad a cambio de sacrificar posiciones en defensa del ejercicio de la autodeterminación".

Expone a su vez su "discrepancia" con las declaraciones "donde se advertía a la opinión pública que si el Gobierno de Sánchez no daba instrucciones a la Fiscalía por nuestra libertad, no habría más margen de ­apoyo a este Ejecutivo y, particularmente, no habría nada que hablar ni motivo para sentarse en una mesa para dialogar."

Detalla tres efectos negativos de la exigencia

Esta demanda acabará consiguiendo el efecto contrario de lo que supuestamente busca

En su opinión y, según él -por lo que ve- la de Pablo Iglesias, miembros del Gobierno y "periodistas y analistas de prestigio", la visibilización ostentosa de esta demanda acabará consiguiendo el efecto contrario de lo que supuestamente busca.

Ante "una derecha española extrema e hiperactiva", prosigue, "que sobreactúa diariamente acusando el Gobierno de Sánchez de ser rehén de los soberanistas, las demandas reiteradas de presupuestos a cambio de gestos con los presos puede provocar fácilmente tres efectos no deseados".

Éstos serían, en sus palabras, "alimentar todavía más la gesticulación de la derecha españolista", "desincentivar al Gobierno de Sánchez a intervenir ante la Fiscalía para encontrar mo­dificaciones relevantes por temor a la polémica y la tensión con el bloque constitucionalista y, sobre todo, su electorado", y, por último, "bloquear posibles modificaciones de oficio de la propia la Fiscalía ante el riesgo de que sean leídas como fruto de la presión gubernamental y, por lo tanto, desacrediten su imagen”.

Tras su misiva, el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha calificado las palabras de Sànchez como "magnífico análisis".

Ultimátum y delito de rebelión

El 2 de octubre, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, dio un ultimátum al Gobierno para que hiciera un "gesto" a favor de los políticos presos o no apoyaría los Presupuestos.

La intención de los independentistas, que ha dejado muy clara ERC en las últimas semanas, es que Pedro Sánchez interceda ante la Fiscalía para que retire el delito de rebelión en su acusación contra los líderes catalanes, algo que el Gobierno ha dicho que no hará, aludiendo a la independencia judicial.

El miércoles, Pedro Sánchez sí insinuó recordando palabras del exministro popular Federico Trillo que no existe delito de rebelión en el proceso independentista de Cataluña, algo que reafirmó posteriormente la vicepresidenta, Carmen Calvo. En opinión del Gobierno, para que hubiera rebelión debería haber fuerzas militares o civiles armados coordinados por militares. El PDeCat recibió como "bienvenida" la sugerencia, mientras que en ERC insisten en que el paso debe ser interceder ante la Fiscalía para poner en libertad a los presos.