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Rescate en el Mediterráneo

Los reproches cruzados por el rescate del Aquarius abren una brecha diplomática entre Italia y Francia

  • Roma convoca al embajador francés ante las críticas por denegar el rescate
  • París critica el "cinismo e irresponsabilidad" de Italia por no acoger al barco
  • La reunión entre los respectivos ministros de Economía ha sido anulada

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Italia pedirá revisar algunas "condiciones" económicas europeas
Luigi Di Maio, líder del partido gubernamental Movimiento 5 Estrellas, señaló que Francia "expulsa cada día a inmigrantes" .

Los reproches cruzados entre Francia e Italia por el rescate del barco Aquarius, que finalmente será acogido en España tras negarse el Gobierno italiano a que atracara en ninguno de sus puertos, ha derivado en una crisis diplomática entre ambos países, en la que Roma ha convocado al embajador francés para expresarle su malestar por las críticas recibidas y ha anulado la reunión prevista entre sus respectivos ministros de Economía.

El desencuentro, que ya había aflorado a principios de semana, se enconó este martes, cuando el presidente de Francia, Emmanuel Macron, denunció el "cinismo" y la "irresponsabilidad" de Italia en la gestión del barco, en el que viajan 630 inmigrantes rescatados de aguas del Mediterráneo, y expresó su intención de hablar con las autoridades italianas, españolas y maltesas sobre la crisis europea abierta por el rechazo a los inmigrantes del barco.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, cargó el mismo martes contra la "hipocresía" del Gobierno francés, aunque este miércoles su Gobierno ha ido un paso más allá: el ministro de Exteriores, Enzo Moavero Milanesi, ha convocado al embajador francés en Roma, Christian Masset, para expresarle su malestar por las críticas.

Además, el ministro de Economía, Giovanni Tria, ha cancelado la reunión que tenía previsto celebrar en París con su homólogo francés, Bruno Le Maire, quien ha dicho "lamentar" la decisión.

"Francia expulsa cada día a inmigrantes"

El nuevo Gobierno italiano, sustentado por partidos euroescépticos como son el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga, exige a París una disculpa e incluso amenaza con anular el encuentro entre Macron y Conte previsto para este viernes.

El Elíseo, sin embargo, asegura que no ha recibido ninguna petición de disculpa, ni notificación alguna de una posible cancelación de esa cumbre. Macron, por su parte, ha intentado rebajar las tensiones, apelando a "no ceder a la emoción", mientras aseguraba que continuaría trabajando "mano a mano" con Italia.

Sin embargo, el Ejecutivo italiano se muestra indignado por lo que considera una ofensa: el vicepresidente, ministro de Trabajo y líder movimentista, Luigi di Maio, ha recalcado que su país no acepta "lecciones hipócritas" de Francia, que "expulsa cada día a inmigrantes" que tratan de cruzar desde las ciudades fronterizas italianas de Ventimiglia y Bardonecchia.

A su vez, el otro vicepresidente, ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, ha cargado, a su vez, contra las autoridades españolas: "España nos quiere denunciar, Francia dice que soy 'vomitivo'. Quiero trabajar serenamente por todos, pero con un principio: primero los italianos".

Macron acerca posturas para llegar a acuerdos sobre inmigración

Francia ha intentado templar los ánimos en su relación con Italia tras el cruce de declaraciones y subrayó su voluntad de "diálogo" y "cooperación" con Roma en asuntos de inmigración.

La portavoz del Ministerio francés de Exteriores subrayó que para los dos países "es esencial llegar rápidamente a un acuerdo sobre la reforma del régimen de asilo europeo, reforzar nuestras acciones comunes hacia los países de origen y tránsito y, más ampliamente, reforzar la protección de nuestras fronteras exteriores".

Esos son los puntos en los que Francia quiere seguir trabajando con Italia y que estarán en el centro del encuentro programado el próximo viernes en París entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, añadió la portavoz.

La portavoz francesa señaló que son "perfectamente conscientes de la carga que la presión migratoria hace pesar sobre Italia y de los esfuerzos que hace ese país", e hizo notar que las declaraciones de las autoridades francesas no cuestionan eso ni "la necesidad de coordinarnos estrechamente entre los europeos".