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Santi Vila alega que cumplió con la legalidad catalana en la polémica de los bienes de Sijena

  • El exconseller asegura que el caso le planteó un "conflicto entre leyes y jueces"
  • Está investigado por presuntos delitos de prevaricación y desobediencia

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Santi Vila declara en Huesca por dos delitos relacionados con el conflicto de los bienes de Sijena

El exconseller de Cultura de la Generalitat Santi Vila ha asegurado este miércoles que su negativa a devolver a Aragón los bienes del Monasterio de Sijena depositados en el Museo de Lérida le planteó un "conflicto" entre las leyes catalanas y las resolución judicial que le conminaban a entregarlos.

Vila ha hecho estas manifestaciones a los medios de comunicación tras comparecer ante la titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Huesca como investigado por presuntos delitos de prevaricación administrativa y desobediencia, los mismos imputados a su sucesor en el cargo, Lluis Puig, huido de la justicia española.

El exresponsable político, que ha respondido a las preguntas de su abogado, del fiscal y del juez pero no a las del representante legal del Ayuntamiento de Sijena, ha asegurado "asumir responsablemente" las decisiones que adoptó, aunque ha lamentado no haber conseguido un acuerdo de gestión con Aragón.

Según ha explicado, el acuerdo político, al que se opuso en Cataluña ERC, no fue alcanzado, "y lamentablemente la vía judicial es la que se ha ido imponiendo".

Las leyes son de carácter "imperativo y vinculante"

Ha insistido en que la voluntad de su departamento era cumplir con las resoluciones judiciales, pero ha añadido a renglón seguido que las leyes de Patrimonio y de Museos de Cataluña son para los consejeros de Cultura de carácter "imperativo y vinculante".

En cualquier caso, ha admitido que volvería a tomar las mismas decisiones, ya que "cualquier consejero de Cultura se vería en la obligación de hacerlo".

"Estas decisiones -ha añadido- no eran discrecionales, y yo podía haber prevaricado si arbitrariamente hubiera actuado en el sentido contrario", en alusión a su "vinculación" a la legislación catalana de patrimonio.

Vila ha admitido que el litigio de Sijena ha sido una cuestión "muy instrumentalizada" políticamente, pero también "muy sentimentalizada y muy emocional" para Aragón y para Cataluña, y se ha mostrado convencido de que "en un país tan moderno y avanzado como es España, debería eludirse siempre que las cuestiones delicadas acaben en los tribunales".

En respuesta a una pregunta en relación a si era consciente de que al cumplir con leyes de Cataluña desobedecía las españolas, el exconseller se ha limitado a afirmar que "creía" que "si no ha pasado algo en las últimas horas, la legislación catalana es legislación española".

Prevalecía la sentencia que ordenó la devolución de los bienes

Por su parte, el representante legal del Ayuntamiento de Sijena, Jorge Español, ha asegurado que las manifestaciones exculpatorias de Vila "no se sostienen en pie", ya que el Tribunal Constitucional y la Sala de Conflictos del Tribunal Supremo dictaminaron que la competencia que prevalecía era la sentencia que ordenó la devolución de los bienes.

A su juicio, Vila, para quien no ha pedido medidas cautelares al no conllevar los delitos imputados penas de prisión, "ha desobedecido implícitamente a estos dos altos tribunales, que son los que dijeron que ante el conflicto planteado, el órgano competente era el Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Huesca".

El conflicto se remonta a los años 80 y 90 del siglo pasado, cuando las hermanas sanjuanistas de la Orden de Malta, propietarias del cenobio, vendieron 97 obras de arte religioso del Monasterio de Sijena a la Generalitat de Cataluña.

La Generalitat entregó en julio de 2016 una parte de esos objetos y el pasado 11 de diciembre finalizó la devolución de las 44 piezas, en cumplimiento de la providencia del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Huesca.