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Los Oscar 2018

'Call me by your name': En el paraíso del deseo

  • Luca Guadagnino dirige un sensorial romance ambientado en la Italia de los 80
  • Timothée Chalamet, de 21 años, está nominado a mejor actor

Por
Timothée Chalamet y Armie Hammer en 'Calle me by your name'
Timothée Chalamet y Armie Hammer en 'Calle me by your name'

4 NOMINACIONES

Mejor película

Mejor actor principal (Timothée Chalamet)

Mejor guión adaptado (James Ivory)

Mejores canción original

Las películas de Luca Guadagnino son el imperio de los sentidos. No hay otro cineasta que logre activar no solo vista y oído, sino olfato, gusto y hasta tacto en el espectador. Sucedió con Yo soy el amor, Cegados por el sol y ahora con Call me by your name, la película con la que ha logrado su justo reconocimiento como uno los directores más importantes de la actualidad.

Nos situamos: Italia, verano, 1983, algún paraje campestre. Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años veranea en una mansión familiar dedicado a las fiestas adolescentes y a la alta cultura. A la villa llega Oliver (Armie Hammer), un atractivo estudiante estadounidense de posgrado que se instala Italia para trabajar junto al padre de Elio (Michael Stuhlbarg) y terminar su tesis doctoral.

La atracción y la seducción se toma su tiempo pero será absoluta. Instalados en un edén campestre, la película es una celebración total del primer amor y la pasión. Call me by your name es una adaptación de la novela homónima de André Aciman cuya adaptación está firmada firma nada menos que por el veterano James Ivory (director de Lo que queda del día o Regreso a Howards End).

Luca Guadagnino ha refrenado su voluptuoso estilo al cruzarse con el material de Ivory. Ha decidido centrarse en lo esencial y aparcar su barroco uso de la cámara y el montaje. Lo que tiene todo el sentido para una historia que remite al clasicismo en tantos aspectos.

Qué hacer con el ansia de libertad y de deseo es la pregunta clave de la carrera de Guadagnino. La asombrosa Yo soy el amor hablaba de romper cadenas y transgredir. En Cegados por el sol, el extremo opuesto de la misma cuestión, sus personajes buscaban límites al exceso.

Y, en el virtuoso punto medio, Call me by your name. La construcción social desaparece. Nada amenaza el deseo de los amantes. Todo es dulce e idílico en la película, los amantes apenas se esfuerzan en esconderse. No es una película específicamente sobre la homosexualidad, sino puro festejo del deseo y la libertad.

Call me by your name es la quintaesencia de Guadagnino: elitismo social y cultural, música clásica contemporánea y obsesión por el cuerpo humano. “Mi órgano sexual son mis ojos”, decía Guadagnino en una entrevista para RTVE.es hace dos años. “Y, cuando tienes esa actitud, acabas teniendo una gran empatía por el cuerpo humano, que es frágil e imperfecto, pero también tiene una extrema sensualidad. Cada película que realmente amo de la historia del cine, incluso las más castas, son todas muy sensuales”, añadía quién ya ha firmado uno de los mayores monumentos de la sensualidad.