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Dos semanas a un kilómetro de profundidad para estudiar las posibilidades de vida fuera de la Tierra

  • Científicos internacionales se han instalado en la mina de Boulby, en Reino Unido
  • Algún día los astronautas podrían vivir en tubos de lava o cavernas de otros planetas
  • Los investigadores continuarán trabajando en noviembre en la isla de Lanzarote

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Una treintena de científicos y especialistas en instrumentación pasarán dos semanas en las profundidades de esta mina.
Una treintena de científicos y especialistas en instrumentación pasarán dos semanas en las profundidades de esta mina.

Científicos de todo el mundo comprueban estos días cómo se vive un kilómetro bajo tierra, instalados en la mina de Boulby, en Reino Unido. Su objetivo es estudiar las posiblidades de vida en otros planetas.

Para ello, casi 30 científicos y especialistas en instrumentación pasarán dos semanas en las profundidades de esta mina, en el noreste de Inglaterra, dentro de la quinta salida de Investigación en Analogía Minera que organiza la Agencia Espacial Europea (ESA).

El astronauta de la ESA Matthias Maurer se ha unido a esta expedición, que busca vida en entornos extremos. Al igual que ciertas regiones de Marte, esta mina alberga salmueras que podrían contener vida microbiana.

“No imaginaba que soluciones con tal concentración de sal pudieran ser un buen lugar para comenzar a buscar signos de vida”, reconoce Matthias desde el interior de la mina, donde utiliza un equipo de detección de vida, taladros y cámaras para la exploración robótica y humana.

Una de sus tareas es seguir el funcionamiento de un martillo robótico que algún día podría formar parte de un rover en Marte, al que ayudaría a tomar muestras en una superficie planetaria hostil, dejando expuestas capas frescas para la búsqueda de vida.

En la aventura también participan algunos ‘invitados’ de la misión ExoMars de la ESA, que se prepara para enviar un robot explorador al planeta rojo en 2020. Los prototipos de una cámara de alta resolución y un paquete de sensores para medir el vapor de agua están explorando este entorno en completa oscuridad.

Según Charles Cockell, director del Centro de Astrobiología del Reino Unido, algún día los exploradores podrían vivir bajo tierra, en tubos de lava o cavernas de la Luna y Marte, ya que ofrecen los entornos más adecuados para establecer asentamientos humanos.

Próxima parada, Lanzarote

Las investigaciones continuarán el mes que viene en el curso de geología Pangaea, que la ESA organiza en los paisajes casi marcianos de Lanzarote. Los túneles y las formaciones volcánicas que la lava ha creado en esta isla serán el escenario perfecto para que un equipo de astronautas, expertos en paseos espaciales, ingenieros y científicos estudien las herramientas y las técnicas de muestreo para explorar otros planetas.

De hecho, algunas de las herramientas utilizadas en las salidas a la mina se probarán allí para la investigación geológica y el estudio de los tubos de lava.

Esta campaña se desarrollará durante 5 días en noviembre e incluirá a 50 personas, 14 experimentos, 18 organizaciones y cuatro agencias espaciales.