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Venezuela

Claves de las elecciones a la Asamblea Constituyente en Venezuela

  • La Constitución permite a Maduro convocar elecciones constituyentes
  • La Asamblea resultante concentrará todo el poder y podrá reformar el Estado
  • La oposición boicotea los comicios y acusa a Maduro de querer perpetuarse en el poder

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Fotografía cedida por la oficina de prensa del Palacio de Miraflores, del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro (c), durante un acto de Gobierno
Fotografía cedida por la oficina de prensa del Palacio de Miraflores, del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro (c), durante un acto de Gobierno

Los venezolanos están llamados a las urnas este domingo, 30 de julio, para elegir una Asamblea Constituyente que reescriba su Carta Magna. La convocatoria ha provocado la división radical entre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición, que ha intentado bloquear la convocatoria por todos los medios disponibles.

En qué consiste

El Capítulo III de la Constitución Bolivariana de Venezuela prevé el mecanismo para convocar una asamblea constituyente para "transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución".

La iniciativa para su convocatoria compete al presidente (como ha ocurrido en este caso), a la Asamblea Nacional, a los Consejos Municipales o a los electores (un 15%).

La asamblea, con 545 escaños, tendrá poder para reescribir la Constitución y, lo que parece más importante en el momento actual de crisis política, sustituirá al actual Parlamento, controlado por la oposición.

La Carta Magna establece también que "los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente". La oposición asegura que esto daría el poder absoluto a una mayoría chavista y a Maduro. El presidente ha amenazado a algunos políticos con ser detenidos en cuanto se constituya la asamblea.

Por qué se convoca

Venezuela se encuentra sumida en una grave crisis política desde que el del Tribunal Supremo de Justicia intentara asumir los poderes del Parlamento, controlado por la oposición, que calificó este movimiento de "golpe". El Tribunal dio marcha atrás, pero la crisis no se cerró y las posturas se radicalizaron. Ejecutivo y Legislativo están enfrentados, como lo están chavistas y antichavistas. Ambos citan la Constitución como su fuente de legitimidad.

En la ola de protestas iniciada en abril han muerto 113 personas, tanto chavistas como antichavistas y Policías.

Maduro asegura que la elección quiere traer la paz, devolver el poder al pueblo y oponerse al "imperialismo".

La oposición, por su parte, asegura que es una farsa para mantener a Maduro en el poder. Sostienen que el Gobierno ha roto el "hilo constitucional" al no reconocer a la Asamblea Nacional e intentar desposeerla de sus atribuciones.

Un manifestante venezolano, durante los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de este jueves

Un manifestante venezolano, durante los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de este jueves. EFE

Cuáles son las posturas de Gobierno y oposición

La oposición ha decidido boicotear la Constituyente y ha intentado paralizar la votación por diversas vías: manifestaciones constantes, con barricadas y cortes de calles; una consulta simbólica; dos huelgas generales e incluso el llamamiento a la desobediencia del Ejército. En el incidente más grave, varios policías partidarios de la oposición dispararon desde un helicóptero contra la sede del Tribunal Supremo.

La fiscal general, Luisa Ortega, también se ha opuesto a esta iniciativa del Ejecutivo.

Por su parte el Gobierno y sus partidarios han respondido también con manifestaciones. Además, las autoridades han detenido a los magistrados designados por el Parlamento para sustituir a 33 jueces del Tribunal Supremo, y a los que el Ejecutivo no reconoce. Por último, Maduro ha prohibido las manifestaciones durante el fin de semana de las elecciones y ha puesto a varios cuerpos policiales bajo el control del Ejército.

No obstante, no todas las vías de diálogo están rotas. La tensión creciente y el riesgo de un enfrentamiento civil han llevado a Gobierno y oposición a mantener conversaciones discretas para intentar un acercamiento y algún tipo de pacto, según ha informado para Efe Indira Guerrero.

Cuál ha sido la reacción internacional

Desde del exterior, la UE, Canadá, y varios gobiernos latinoamericanos han pedido a Maduro que no siga adelante con el proceso para no agravar aún más la situación, y busque una salida dialogada.

Estados Unidos ha ido más lejos y ha impuesto sanciones económicas a 13 altos cargos venezolanos.

La ONU emitió este viernes un comunicado en el que pedía a Maduro que respetara el derecho de manifestación de los venezolanos, a la vez que instaba a la oposición a permitir que las elecciones del domingo se desarrollen de manera pacífica.