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La Policía interviene 300 kilos de cocaína en una operación contra el narcotráfico en Barcelona

  • Once personas han sido detenidas en la operación
  • La red contaba con varios domicilios alquilados en los que ocultaba la droga

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Imagen de archivo de una operación contra una red de narcotraficantes en Valencia
Imagen de archivo de una operación contra una red de narcotraficantes en Valencia.

La Policía Nacional ha detenido a once personas en la provincia de Barcelona en una operación que ha permitido desarticular una red dedicada al tráfico de droga a gran escala, a la que han intervenido 301 kilos de cocaína y desmantelado dos cultivos de marihuana que empleaban a temporeros.

En la operación, según ha informado la Policía, se han intervenido 301 kilos de cocaína, 3.180 planas de marihuana en diferentes fases de crecimiento, 280 gramos de MDMA, unos 200.000 euros en efectivo y joyas valoradas en 20.000 euros, además de siete vehículos y diversa documentación.

La red desarticulada contaba con varios domicilios de seguridad alquilados en los que ocultaban la cocaína en "caletas" (habitáculos ocultos), de los que sólo un número reducido de miembros de la organización conocía su existencia.

Enviaban la marihuana a otros países en camiones

Una vez que lograban reunir la cocaína en Barcelona, la red la exportaba a través del puerto de Barcelona, llevándola hasta la instalación portuaria en vehículos de gama alta, dotados de compartimentos a los que se accedía mediante el uso conjunto de interruptores vinculados a dispositivos de los coches, como la radio o los intermitentes.

Además de traficar con cocaína, la organización también se dedicaba al cultivo de plantaciones de marihuana en el interior de viviendas aisladas de núcleos urbanos y, para su cuidado, contrataban a temporeros procedentes de Serbia, sometidos a un control permanente por parte de los guardianes, ya que no podían salir de la vivienda para no levantar sospechas.

Los integrantes de la banda enviarían la marihuana a otros países como Alemania y Holanda mediante camiones de gran tonelaje. Obviaban así intermediarios en el proceso, lo que les reportaba grandes beneficios. Gran parte de esas ganancias las reinvertían en la compra de partidas de cocaína para su distribución a nivel nacional.