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Hungría sella la frontera con Serbia y bloquea la entrada de refugiados

  • Policías a caballo y soldados apoyan el dispositivo desplegado en la frontera con Serbia
  • Alemania reabre el tráfico ferroviario, interrumpido desde el domingo, y mantiene controles
  • Eslovaquia reforzará los puestos de control en las fronteras con Hungría y Austria
  • Austria usará al Ejército para controlar los pasos fronterizos

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Hungría sella la frontera con Serbia y bloquea la entrada de refugiados

Una línea de policías húngaros equipados con cascos han sellado este lunes el último acceso en la valla alambrada por el que los migrantes cruzaban la frontera procedentes de Serbia, según informa la agencia Reuters. Docenas de agentes apoyados por policía a caballo y soldados han tomado posiciones sobre la vía férrea utilizada por los refugiados para entrar en la Unión Europea.

"En estos momentos el ejército esta levantando la valla en el último tramo que quedaba libre",  describe desde el lugar la enviada de TVE Ana Jiménez a la zona quien ha constatado in situ el cierre junto a las vías férreas sobre las que los migrantes han cruzado a pie desde Serbia en las últimas semanas. "Hay más de 900 policías desplegados", ha señalado.

La enviada de TVE también ha confirmado que instalarán "una puerta de unos diez metros para permitir el paso del tren cuando se restablezca la circulación".

Según ha comprobado Efe cerca de la localidad de Röszke, la policía ha colocado una barrera humana con unos 25 agentes que cerraban el paso a los refugiados que iban llegando desde el país vecino. Un oficial de la policía magiar, que estaba también en el mismo lugar, ha confirmado que a partir de ahora ya no se permitirá la entrada de ningún refugiado a Hungría. Al menos un helicóptero estaba sobrevolando la región, mientras que numerosos camiones militares estaban en zona.

Varios grupos de inmigrantes fueron parados por los agentes y enviados de vuelta al lado serbio de la frontera, donde se retiraron hacia una zona boscosa cercana, visiblemente desilusionados y resignados. Preguntados desde el lado húngara de la frontera, algunos refugiados dijeron a Efe que la valla no les parará.

"Esto no me va a parar"

Según Efe, uno de ellos gritó: "Vamos a seguir la valla hasta encontrar otro hueco", mientras que otro decía: "Esto no me va a parar. He cruzado mar para llegar hasta aquí". A continuación se podía ver cómo cientos de refugiados iban caminando paralelo a la valla, con el aparente objetivo de encontrar una nueva entrada hacia Hungría.

Según la televisión pública M1, la policía ha informado a los refugiados de que deben ir caminando un kilómetro más hasta una entrada oficial, donde podrán pedir asilo si así lo desean.

Eso afectaría solo a los refugiados sirios, indicaron fuentes de la policía húngara. En el país centroeuropeo entra en vigor esta noche una nueva y restrictiva ley de inmigración, que declara como delito el cruce ilegal de sus fronteras. En caso de ser detenidos, los inmigrantes podrían ser condenados a tres años de cárcel o expulsados del país.

Última oportunidad

Hasta las 15.00 hora local (13.00 GMT) habían entrado en Hungría unos 2.000 personas, según datos de la agencia de refugiados de la ONU, ACNUR. Decenas de policías y militares se encuentran en lo que las autoridades han calificado como "zona de operaciones", en la que hoy también había policía montada, que vigila el portón improvisado para impedir que entren los refugiados en el país.

El centro de recepción de refugiados se encuentra a unos 600 metros de distancia, desde donde los inmigrantes eran transportadoseste lunes en autobuses directamente hasta la frontera austríaca. Los refugiados hacía largas colas para subirse a los vehículos que partían en cuestión de minutos rumbo al noroeste y oeste del país, hacia la frontera con Austria.

Allí, habían llegado esta tarde ya unas 9.000 personas al paso fronterizo de Nickelsdorf y otras 10.000 al de Heiligenkreuz, más al sur, según fuentes de la policía austríaca.

Vuelven los controles fronterizos

Este lunes Austria ya había anunciado la decisión de restaurar los controles fronterizos con Hungría, por donde en los últimos diez días han pasado miles de refugiados de países en conflicto en Oriente Medio y Asia.

La medida, que podrá aplicarse en todos los puntos de paso, comenzará "lo antes posible" en la frontera con Hungría y se prolongará durante los próximos días, ha indicado la ministra del Interior de Austria Johanna Mikl-Leitner.

Por otro lado, el tráfico ferroviario entre Austria y Alemania, interrumpido en la tarde del domingo para frenar temporalmente la llegada de refugiados, ha vuelto a funcionar prácticamente con normalidad, según ha comunicado este lunes la compañía de ferrocarriles alemana Deutsche Bahn (DB), informa Efe. El país germano decidióla interrupción, y suspender así temporalmente el tratado de Schengen, con el fin de establecer controles en las fronteras y controlar así el flujo de refugiados.

Agentes de policía vigilan a un grupo de refugiados en la frontera entre Hungría y Austria, en Nickelsdorf (Austria)

Agentes de policía vigilan a un grupo de refugiados en la frontera entre Hungría y Austria, en Nickelsdorf (Austria) HERBERT P. OCZERET

La prohibición a la circulación de trenes entre ambos países, que entró en vigor a las 17.00, hora local, se ha levantado a las siete de la mañana, según lo previsto. Sólo el tráfico ferroviario entre las ciudades de Salzburgo, en Austria, y Múnich, en Alemania, continua interrumpido debido a que todavía se encontraban personas sobre los raíles, ha agregado un portavoz de la compañía.

Entre los afectados no había sólo refugiados, sino también turistas y otros usuarios. Las fuerzas de seguridad han informado también de la detención de tres personas acusadas de tráfico de refugiados en el control fronterizo de Freilassing.

La medida tomada por Berlín como una señal al resto de socios europeos, especialmente a los de Europa del Este, reticentes a aceptar a refugiados con un sistema de cuotas que se discute este lunes en Bruselas. El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, recordó el domingo que, según la legislación europea, su país no es responsable de la mayoría de solicitantes de asilo, ya que el convenio de Dublín obliga a registrarles en el primer país al que lleguen.