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El asesino del hotel de Túnez recibió entrenamiento en Libia

  • Rezgui estuvo en ese país al mismo tiempo que los pistoleros del Bardo
  • Las autoridades descartan que hubiera otro pistolero y hay 10 detenidos
  • El número de ciudadanos británicos muertos en el atentado asciende a 22

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Efectivos de las Fuerzas de Seguridad tunecinas vigilan la playa donde se produjo el atentado durante una ofrenda floral cerca del hotel Imperial Marhaba en Susa (Túnez).
Efectivos de las Fuerzas de Seguridad tunecinas vigilan la playa donde se produjo el atentado durante una ofrenda floral cerca del hotel Imperial Marhaba en Susa (Túnez).

El yihadista que el viernes asesinó a 38 turistas extranjeros en un hotel de la ciudad meridional tunecina de Susa recibió entrenamiento militar en la vecina Libia, según ha confirmado este martes el gobierno tunecino.

En declaraciones a los medios, Dafer Neji, portavoz del primer ministerio, ha asegurado que Saifedin Rezgui estuvo en ese país al mismo tiempo que los dos pistoleros que el pasado 18 de marzo mataron a 22 turistas extranjeros en el museo El Bardo, de la capital.

Las autoridades forenses tunecinas también han descartado que hubiera habido otro pistolero en Susa, como se informó en un principio, al comprobar que todas los disparos se hicieron con el mismo arma.

Asimismo, las fuerzas de seguridad han practicado ya, por su parte,  cerca de una decena de arrestos de personas del círculo familiar y del entorno del pistolero en la ciudad de Kairauan, donde estudiaba y donde al parecer fue radicalizado, y el ministro de Exteriores del Reino Unido, Philip Hammond, ha informado de que el número de ciudadanos británicos muertos en el atentado asciende a 22, pero se estima que hay otros ocho fallecidos.

Críticas al Gobierno y a la policía

La noticia sobre el entrenamiento de Rezgui añade más dudas sobre la investigación y la actuación de las fuerzas de Seguridad y los servicios tunecinos de Inteligencia ya que en un primer momento el ministerio de Interior afirmó que no existían registros de que Rezgui, de 23 años, hubiera viajado al exterior.

El joven, estudiante de ingeniería, abrió fuego el pasado viernes durante más de 30 minutos contra la los turistas en la playa del hotel Marhaba Imperial, de Susa, antes de ser abatido por la Policía.

Los agentes culpan a la dirección del hotel, gestionado por la empresa española RIU, de no haber avisado a tiempo, mientras que estos aseguran que dieron la voz de alarma enseguida y cumplieron el protocolo.

El gobierno es objeto también de duras críticas porque se han detectado fallos de seguridad similares a los que permitieron la matanza de El Bardo. En especial, no haber reforzado lo suficiente la seguridad pese a que desde principios de mes se informara de que existían amenazas de atentado en el mes sagrado de Ramadán.

Numerosas cancillerías europeas y del resto del mundo habían informado a sus ciudadanos residentes en el país que evitaran lugares como las grandes superficies comerciales, las restos arqueológicos o los grandes hoteles. Además, muchos de ellos habían reforzado sus embajadas con medidas de seguridad más extremas.

El atentado del viernes fue asumido por el EI a través de las redes sociales, reivindicación que las autoridades tunecinas aun investigan.