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Sepla dice que la regla de que en cabina haya dos personas habría evitado que estrellaran el avión

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La UE estudiará recomendar la presencia de dos personas en la cabina de avión

Las mayoría de las compañías aéreas han anunciado que implantarán la norma de que siempre haya dos personas en la cabina de un avión, después de conocerse que el copiloto del Airbus A320 de Germanwings supuestamente estrellase el avión de forma intencionada contra los Alpes con 150 personas a bordo.

"Si ese protocolo hubiese estado en vigor, se habría evitado" el accidente tal y cómo la Fiscalía francesa cree que se produjo, ha asegurado a RTVE.es Rafael Teijo, vocal técnico de Sepla (Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas).

Según el relato del fiscal de Marsella, Brice Robin, que se apoya en la grabación de la caja negra, el copiloto accionó el descenso del avión una vez que se quedó solo en la cabina, y cuando el comandante trató de volver a su puesto, rechazó abrirle la puerta. Después estrelló el avión "voluntariamente".

Una norma no obligatoria

El sindicato de pilotos, que no obstante prefiere esperar al análisis de la segunda caja negra y al final de la investigación antes de acusar de forma definitiva al copiloto Andreas Lubitz, ha explicado que este protocolo de seguridad, que prohíbe que una persona se quede sola en cabina, ya se cumple en las principales aerolíneas del mundo, así como en todas las españolas: Iberia, Air Europa y Air Nostrum.

Teijo ha señalado que cuando un piloto abandona la cabina por necesidades fisiológicas, debe entrar otro miembro de la tripulación, aunque es cierto que no existe una norma internacional al respecto, sino que es una medida que la propia compañía decide si incluye o no en su protocolo de seguridad.

Quien debe decidir sobre que se convierta en una norma es la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional). "Sería bueno que la OACI lo implantara como norma", reclama el portavoz de Sepla, que advierte de que como este organismo tarda mucho en tomar sus decisiones, sería "mucho más efectivo" que las propias compañías lo implantasen de forma inmediata.

Las reacciones de las aerolíneas no se han hecho esperar, y muchas de ellas han impuesto que desde este viernes se aplique el protocolo, que ya era obligatorio en EE.UU. antes de la tragedia.

Entre ellas están todas las compañias alemanas (Lufthansa, AirBerlin, Condor, TuiFly y DHL/European Air Transport Leipzig), todas las austriacas, las británicas EasyJet y Thomson Airways, las canadienses Air Canada, Air Transat y WestJet, la letona AirBaltic, las noruegas Icelandair y Air Shuttle, la suiza Swiss (filial de Lufthansa) y la francesa Corsair International.

Posteriormente, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha emitido una "recomendación provisional" a las autoridades nacionales de aviación y a las aerolíneas para que establezcan nuevas medidas de seguridad y siempre haya "al menos dos personas autorizadas" en las cabinas de los aviones.

El vicepresidente de SEPLA, Javier Gómez Barrero, ha apostado además por aislar la cabina, el baño y la zona de descanso de la tripulación del resto del avión como medida más eficaz para incrementar la seguridad en los vuelos.

Control del piloto fallido

Por otra parte, Teijo ha explicado que las pruebas médicas a las que se someten los pilotos, similares a nivel internacional, son muy rigurosas para los aspirantes, que una vez que las han superado se someten a reconocimientos de forma regular a lo largo de toda su carrera.

"Somos profesionales, personas constantemente examinadas (...). Con la cantidad de controles que tenemos nosotros, debería haberse detectado antes si había algún problema", ha asegurado Teijo, que considera que de confirmarse la hipótesis del "suicidio", ahora toca ver "dónde se ha fallado".

Las autoridades investigan ahora el motivo que ha podido llevar a Andreas Lubitz, de 27 años, a estrellar deliberadamente el avión. La Policía alemana ha registrado su piso y el domicilio familiar y han hallado un certificado médico de baja por enfermedad que había roto y ocultado a la empresa. También han encontrado documentos que demuestran que estaba en tratamiento.

"Si se confirma que ha sido un suicidio, es un acto extraordinario horroroso fuera de todas las estadísticas", opina el portavoz de Sepla, que asegura que sería el mismo caso si se hubiese producido en el mundo ferroviario, un metro o llevando un barco.

Cuatro días después del accidente, la prioridad se centra en encontrar la segunda caja negra, para poder avanzar en la investigación. Los especialistas y forenses continúan rescatando de la montaña los restos mortales de los ocupantes, que están siendo trasladados hasta un centro de campaña montado en Seyne-les-Alpes para su identificación.