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Hallan las primeras evidencias de que los neandertales dividían por sexo algunas tareas

  • Basan el estudio en el análisis de dientes incisivos y caninos
  • Las estrías dentales de los fósiles femeninos siguen un mismo patrón
  • Los desconchones del esmalte dentario también revelan diferencias

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Recreación de dos individuos neandertales ayudándose de la boca para realizar tareas cotidianas
Recreación de dos individuos neandertales ayudándose de la boca para realizar tareas cotidianas

Por primera vez se han encontrado evidencias de que los neandertales dividían algunas de sus actividades por sexos y basaban parte de su modo de vida en esta división. Así lo revela un estudio llevado a cabo por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicado en la revista Journal of Human Evolution.

Este trabajo, que ha analizado 99 dientes incisivos y caninos de 19 individuos de tres yacimientos diferentes El Sidrón (Asturias), L’Hortus (Francia) y Spy (Bélgica), desvela que las estrías dentales presentes en los fósiles femeninos siguen un mismo patrón, diferente al encontrado en los individuos masculinos, según ha contado el CSIC en una nota.

Diferencias culturales en la dentadura

Los análisis muestran que todos los individuos neandertales, independientemente de la edad, tenían estrías culturales, asociadas a su modo de vida, en las piezas dentales.

“Esto se debe a la costumbre de estas sociedades, como ocurre en algunos pueblos actuales, de usar la boca como una tercera mano en tareas como la preparación de las pieles y el troceado de carne, por ejemplo”, explica el investigador del CSIC Antonio Rosas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

“Lo que hemos descubierto ahora es que las estrías detectadas en las piezas dentales de las mujeres adultas son más largas que las encontradas en los hombres adultos. Por eso suponemos que las tareas que realizaban eran diferentes”, puntualiza Rosas.

Otras de las variables analizadas son los pequeños desconchones del esmalte dentario. Los individuos masculinos presentan mayor cantidad de mellas en el esmalte y la dentina de las piezas superiores, mientras que en los femeninos estas imperfecciones aparecen en las inferiores.

Posible división de tareas

Aunque aún no está claro qué actividades correspondían a las mujeres y cuáles a los hombres, los autores del estudio apuntan que, al igual que en las sociedades cazadoras recolectoras modernas, las mujeres podrían haberse encargado de la preparación de las pieles y la elaboración de las vestimentas.

El retoque de los filos de las herramientas de piedra, explican, parece haber sido una tarea masculina.

“A pesar de todo, creemos que la especialización del trabajo según el sexo de los individuos probablemente se limitase a unas pocas tareas, ya que es posible que tanto hombres como mujeres participasen de igual manera en la caza de grandes animales”, añade la investigadora del CSIC Almudena Estalrrich, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

El estudio de los neandertales ha aportado numerosos descubrimientos en los últimos años. Hemos pasado de pensar en ellos como seres poco evolucionados, a saber que cuidaban a los enfermos, enterraban a sus muertos, comían marisco e, incluso, tenían características físicas distintas a las esperadas: los había pelirrojos, y de tez y ojos claros.

"Hasta ahora pensábamos que la división sexual del trabajo era típica de las sociedades sapiens, pero eso parece que no es así”, concluye el investigador del CSIC.

¿Quiénes y cómo eran los neandertales?

Los neandertales (Homo neanderthalensis) son una especie humana extinta que vivió durante el intervalo comprendido entre hace unos 300.000 y unos 28.000 años.

Su ámbito cultural se desarrolló principalmente durante el Paleolítico Medio, desde las costas de Portugal hasta el Próximo Oriente y Siberia occidental; y desde las llanuras norteuropeas hasta las penínsulas del sur de Europa, en su extremo más meridional. Hasta la fecha no se han encontrado restos en África y se cree que nunca llegaron a habitar en ese continente.

Las características físicas de los neandertales incluían una complexión rechoncha y fornida. Su gran robustez esquelética indica un cuerpo muy musculado, con grandes crestas óseas para insertar los potentes músculos, hombros anchos, clavículas largas, gran caja torácica, pecho en forma de barril y extremidades cortas.

El peso medio en los machos sería de unos 84,5 kilogramos para una altura de entre 1,64 y 1,69 metros (y unos 10 centímetros menos de media para las hembras).

En cuanto al cabello y el color de piel, la secuenciación de un fragmento del gen MCR1, procedente de un hueso hallado en El Sidrón (Asturias), ha revelado que algunos individuos de esta especie tenían la piel clara y el cabello rojizo.

Los neandertales enterraban a sus muertos y ya el Homo heidelbergensis, antepasado directo de los neandertales, cuidaba de sus enfermos.