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Testigos del nacimiento de un sistema de cuatro estrellas

  • Consta de una estrella y tres nubes de gas que serán estrellas en 40.000 años
  • Los astrofísicos calculan que dos de ellas serán "catapultadas" en el futuro

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Imagen de la constelación de Perseo.
Imagen de la constelación de Perseo.

Un equipo internacional de astrofísicos ha sido testigo de un acontecimiento único: la formación de un sistema estelar cuádruple de fragmentos muy distantes de una nube de gas filamentosa en la constelación de Perseo. Dicho de otra manera, un sistema estelar que se compone de una estrella joven todavía en una fase inicial de desarrollo y tres nubes de gas que se están condensando rápidamente por las fuerzas gravitacionales.

Según los cálculos de los astrofísicos, que se detallan en un artículo publicado en la revista Nature, cada nube de gas se convertirá en una estrella dentro de 40.000 años. Las estrellas pueden terminar siendo relativamente pequeñas y solo llegar a alrededor de una décima parte de la masa de nuestro sol. El espacio entre las estrellas individuales asciende a más de mil veces la distancia media entre el Sol y la Tierra.

También creen los expertos que la unión no será inmutable, y que de hecho será corta en términos astronómicos: calculan que las dos estrellas que están a la distancia más corta forman además un doble sistema estable, mientras que las otras dos estrellas que están más separadas serán catapultadas al espacio después de cerca de medio millón de años.

"El escenario más probable es que el sistema cuádruple se desintegrará y solo durará un tiempo 'corto'"

"Los sistemas de estrellas con más de tres miembros son inestables y propensos a la interferencia", dice el primer autor del estudio, Jaime Pineda, ahora en el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre. "El escenario más probable es que el sistema cuádruple se desintegrará y solo durará un tiempo 'corto'".

Un sistema "excepcionalmente rápido"

Además, es inusual la rapidez con la que el sistema se está formando, porque, según los estándares astronómicos, los cerca de 40.000 años son "excepcionalmente rápidos", como subraya Pineda.

Tampoco nadie había podido observar hasta ahora que los sistemas estelares se desarrollan a partir de partes de una nube de gas filamentosa: "Al principio, pensamos que los fragmentos no interactuaban unos con otros". A menudo, solo se forma un triple sistema.

Pineda es miembro de una colaboración que observa el sistema de estrellas y simula su génesis y desaparición y desarrolló este trabajo en el Instituto de Astronomía de la Escuela Politécnica Federal de Zurich (ETH Zurich), en Suiza.

Los astrofísicos de varias universidades estadounidenses y europeas, como Harvard y Yale, en Estados Unidos, y Manchester y John Moores de Liverpool, en Reino Unido, también participaron en el proyecto. Los investigadores hicieron sus observaciones en el 'Very Large Array' en Estados Unidos, que se utiliza para detectar las emisiones procedentes de moléculas de amoníaco (NH3) en la nube de gas.

"Los sistemas de estrellas múltiples son muy comunes en nuestra galaxia", dice Michael Meyer, profesor en el Instituto de Astronomía de ETH Zurich.

Sin embargo, la mayoría de los científicos se han concentrado en el nacimiento y desarrollo de las estrellas individuales, que es más sencillo. Por otro lado, los expertos que analizan múltiples sistemas, por lo general, tienden a centrarse más en el resultado final de la formación de estrellas, por lo que este descubrimiento en un estadio inicial es algo muy especial.