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Bretón asegura que su mujer era "la que disponía" y tomaba las decisiones

  • Fue condenado a 40 años de prisión por el asesinato de sus hijos
  • Se enfrenta a un juicio por un presunto delito de malos tratos psíquicos

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Bretón asegura que su mujer era "la que disponía" y tomaba las decisiones

José Bretón, condenado a 40 años de cárcel por el asesinato de sus hijos Ruth y José, ha declarado este miércoles en el juicio contra él por un presunto delitos de malos tratos psíquicos habituales en el ámbito familiar y ha asegurado que era su esposa Ruth Ortiz "la que disponía" y tomaba las decisiones.

"Desde lo más importante a lo más cotidiano, ella decidía y como yo estaba de acuerdo no había problema", ha dicho.

Bretón, que ha llegado sobre las 8:10 horas al Palacio de Justicia de Huelva para la vista de este juicio, ha indicado que "las decisiones las tomaba ella y yo las aceptaba. Ella era la que decidía", ha reiterado el condenado, que también ha indicado que la determinación de Ruth Ortiz de romper la relación le pilló por "sorpresa".

Piden tres años de prisión para él

En este juicio, Ruth Ortiz ha decidido retirarse como acusación particular en este juicio "ante su situación anímica", pero acudirá al mismo en calidad de testigo.

En un comunicado, Ruth Ortiz aseguró el pasado viernes que en estos momentos no tiene "ningún interés en demostrar nada de este hombre".

"Los hechos objetivos son demasiado evidentes y graves: ha arrancado a mis hijos de mi vida y de sus cortas vidas", recalcó, añadiendo que, por ello, cree que "no tiene ningún sentido en estos momentos continuar con la acusación de maltrato cuando el mayor maltrato lo verificó el día 8 de octubre de 2011, cuando mató y quemó a mi dos hijos y ocultó su acción".

Por su parte, la Fiscalía ha solicitado tres años de prisión para José Bretón por estos hechos y la prohibición de acercamiento a Ruth Ortiz a una distancia inferior a un kilómetro (pese a que se encuentra cumpliendo una condena de prisión de 40 años), así como al domicilio familiar a igual distancia, y la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio, todo ello durante un periodo de cinco años.