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El último de los fiscales de Nuremberg defiende la jurisdicción universal

  • Fue fiscal en los procesos de Nuremberg con 25 años
  • Defiende la paz como patrimonio de toda la humanidad

Por
Benjamin B. Ferencz , último fiscal vivo del proceso de Nuremberg
Benjamin B. Ferencz (2i), uno de los fiscales de los juicios de Nuremberg, el exjuez Baltasar Garzón (i), Dolores Delgado (2d), fiscal de la Audiencia Nacional, y el secretario nacional de Justicia de Brasil, Paulo Abrao (d), durante la inauguración hoy del I Congreso de Jurisdicción Universal en el Siglo XXI, organizado en Madrid por la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR).

El único fiscal vivo de los que participaron en los juicios de Nuremberg (Alemania), Benjamin B. Ferencz, ha defendido este martes la aplicación de la jurisdicción universal ante los intereses políticos y económicos de los Estados.

El fiscal, estadounidense de 94 años, ha explicado que la soberanía para luchar contra este tipo de crímenes reside en el pueblo y no en los países. Lo ha hecho en la inauguración del I Congreso "Jurisdicción Universal en el Siglo XXI" y ha destacado que "hay crímenes que nunca se pueden tolerar" porque amenazan a toda la humanidad, según recoge la agencia Efe.

"Tiene que haber un cambio en la jurisdicción universal porque todos los ciudadanos tienen derecho a la paz", ha señalado. En su intervención ha abogado por "reafirmar los principios universales de que éstos son crímenes contra todos", independientemente de las fronteras, pese a que, ha añadido, "habrá muchos Estados que se opondrán a ello".

Ferencz, nacido en 1920, se graduó en Harvard en 1943. Con 25 años de edad fue elegido para participar en los juicios por crímenes de guerra de Nuremberg a 22 oficiales de las SS nazis, tras la Segunda Guerra Mundial.

La paz es patrimonio de todos

"Estén o no escritas las leyes, hay crímenes que no se pueden tolerar porque amenazan a todas las personas donde quiera que se encuentren", ha subrayado.

Para Ferencz, los distintos tribunales internacionales existentes en la actualidad disponen del derecho pero no de los sistemas para ponerlo en práctica. "Si no se aplica -el derecho- es un fracaso", ha añadido.

"Gastar millones de dólares en armamento nuclear y tener objetivos militares en otros países es una locura", ha denunciado el fiscal estadounidense, autor de varias publicaciones que defienden el derecho internacional como camino hacia la paz.

"No quiero volver a ver a jóvenes que regresan a casa en bolsas de plástico", ha asegurado. "Ya he vivido en primera persona los peores crímenes que uno se pueda imaginar", ha agregado al recordar las terribles experiencias que vivió cuando fue soldado del ejército de Estados Unidos antes de fiscal en Nuremberg.

En este sentido, ha defendido la creación de organismos internacionales que permitan resolver las disputas entre dos países sin recurrir al uso de la fuerza militar puesto que "en estos momentos no hay ninguna institución que tenga ese poder".