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Las pruebas de parafina concluyen que María Montserrat Martínez disparó a Isabel Carrasco

  • Había restos de pólvora en la ropa que vestía y en los guantes
  • Ella ya confesó a la Policía que cometió el crimen por venganza
  • Este lunes han registrado la vivienda de la agente de policía detenida

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La investigación del crimen de Isabel Carrasco indaga sobre la policía imputada

Las pruebas de parafina realizadas a María Montserrat González Fernández, de 55 años, y a su hija, Montserrat Triana Martínez González, de 35, dos de las detenidas por la muerte a tiros de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, han concluido que fue la primera la que efectuó los disparos.

Las pruebas fueron remitidas a la Comisaría General de Policía Judicial de Madrid el pasado 13 mayo, un día después del crimen, para determinar cual de las dos disparó el arma.

El resultado definitivo de estas pruebas ha determinado que había restos de pólvora en las ropas que vestía María Montserrat González y en los guantes que llevaba puestos cuando efectuó los disparos, según fuentes de la investigación.

Confesó el asesinato

La propia María Montserrat González había confesado ante la Policía que fue ella la que efectuó los disparos y que lo hizo por venganza personal, ya que consideraba a Isabel Carrasco responsable del despido de su hija de la Diputación en 2011.

Isabel Carrasco murió abatida a tiros sobre las 17.20 horas del 12 de mayo en León cuando se dirigía desde su domicilio a la sede del PP, del que era presidenta en León, para acudir desde allí al mitin central que iba a celebrar su partido en Valladolid.

En su muerte hay una tercera implicada, Raquel Gago, una policía local de León de 41 años, amiga de Montserrat Triana, que entregó el arma homicida en comisaria 30 horas después del crimen y afirmó que la había encontrado en su coche.

Registran la casa de la agente imputada

Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía han registrado este lunes la vivienda de Gago. La imputada llegó a mediodía a su vivienda, ubicada en el polígono de Eras de Renueva, en un vehículo policial desde la cárcel de Villahierro, en la localidad leonesa de Mansilla de las Mulas.

Allí ha asistido al registro de su casa, que se ha prolonado hasta las 16.20 horas, y después de ser ordenado por la jueza que instruye las diligencias del caso, han informado a Efe fuentes de la investigación.

Los investigadores sospechan que fue esta policía local la que puso en contacto a madre e hija con la persona que les vendió el arma en el mercado negro en Asturias.

A las tres imputadas, ya en la cárcel, la jueza les imputa delitos de homicidio, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas.