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El jefe de las Fuerzas Especiales libias se une a los rebeldes de Bengasi

  • El Gobierno propone un "consenso nacional" y comicios adelantados
  • Al menos 72 personas han muerto en los últimos días

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Ex combatientes rebeldes que ahora integran en el ejército libio revisan sus armas
Ex combatientes rebeldes que ahora integran en el ejército libio revisan sus armas

El jefe de las Fuerzas Especiales de Libia, Wanis Abu Hamada, ha anunciado este lunes desde Bengasi su ingreso en las filas encabezadas por el general rebelde Jalifa Hafter, acusado por el Gobierno de Trípoli de golpista. Mientras, el Gobierno libio ha propuesto a la Asamblea Legislativa la celebración de elecciones parlamentarias antes de agosto y la búsqueda de un "consenso nacional" para superar la profunda crisis.

En una rueda de prensa televisada, Abu Hamada ha asegurado que se une a la "operación Al Karama (dignidad)", lanzada por Hafter el pasado viernes contra varias milicias armadas de Bengasi, la segunda ciudad del país.

El pasado viernes, el general retirado Jalifa Hafter, al mando de hombres armados y militares fieles, lanzó un ataque contra varios cuarteles de milicias en Bengasi, la segunda ciudad del país. Tras el asalto, en el que murieron 70 personas y 141 resultaron heridas, los hombres de Hafter, que contaron con apoyo aéreo y artillería pesada, se han acantonado en tres barrios de la periferia de la ciudad.

Este domingo, dos milicias de la ciudad de Zintán, situada al suroeste de Trípoli, asaltaron la sede del Parlamento y sembraron el caos y la confusión en la capital. Aunque la ciudad ha amanecido en calma, tras una jornada de combates, que continuaron durante parte de la noche en una zona cercana al aeropuerto, donde ambas formaciones armadas mantienen sus cuarteles, continúa la tensión, el desconcierto y la incertidumbre.

Una "iniciativa nacional" y comicios adelantados

Mientras, el Gobierno libio ha propuesto a la Asamblea Legislativa la celebración de elecciones parlamentarias antes del 15 de agosto y la búsqueda de un "consenso nacional" para superar la profunda crisis que atraviesa el país. Tras destacar "el peligro de la actual etapa de la historia libia", el Ejecutivo ha presentado una "iniciativa nacional" que incluye una repetición de la votación parlamentaria para confirmar a Ahmad Maitiq como primer ministro.

Maitiq fue elegido por los legisladores el pasado 4 de mayo como jefe del Gobierno en una elección cargada de polémica y que muchos diputados han contestado. De hecho, el presidente del Parlamento, Nuri abu Sahmin, tuvo que desdecir al vicepresidente, Azeldin al Awani, que había invalidado la designación de Maitiq.

La iniciativa gubernamental propone que en caso de que Maitiq no reciba los apoyos suficientes, en una votación secreta, siga dirigiendo los asuntos diarios del país el actual gabinete encabezado por Abdala al Zani, quien presentó su dimisión el pasado 13 de abril tras sufrir un atentado del que salió ileso.

El Ejecutivo también sugiere al Parlamento que, tras su próxima sesión, en la que además de elegir primer ministro está previsto que se aprueben los presupuestos del Estado, se tome un periodo de descanso hasta la elección del próximo Congreso Nacional General, que deberá celebrarse antes del 15 de agosto.

“Comisión ministerial” para negociar

Asimismo, el Ejecutivo se ha mostrado a favor de crear una "comisión ministerial" para entrar en contacto con "todas las formaciones armadas" para alcanzar un acuerdo nacional que incluya el compromiso de no levantar las armas contra los propios libios.

El equipo de gobierno en funciones también insistió en que "las decisiones del Estado Mayor del Ejército y el jefe del Estado Mayor deben ser tomadas tras consultas y con el acuerdo del Gobierno cuando estas decisiones puedan acarrear graves repercusiones sobre la sensible situación en Libia".