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Crean un biosensor de grafeno para detectar la bacteria estafilococo dorado

  • La bacteria causa enfermedades en la piel y neumonía
  • El biosensor puede detectar más rápidamente el estafilococo dorado
  • El óxido de grafeno es idóneo para desarrollar sensores electroquímicos

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La bacteria del estafilococo dorado escapando de la destrucción por leucocitos humanos.
La bacteria del estafilococo dorado escapando de la destrucción por leucocitos humanos.

La detección de la bacteria conocida como estafiloco dorado (Staphylococcus aureus), responsable de un gran número de enfermedades como afecciones en la piel y neumonías, entre otras, podría acelerarse gracias a un biosensor de grafeno desarrollado con la participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El estafilococo dorado, también conocido por MRSA en sus siglas en inglés, es un patógeno multirresistente que desarrolla resistencia a la mayor parte de los antibióticos convencionales.

Este patógeno es el causante de un gran número de enfermedades que van desde afecciones en la piel e infecciones en heridas, hasta neumonías y septicemias que pueden llegar a provocar la muerte.

La investigación, firmada por los científicos Rafael Hernández, Cristina Vallés, Ana M. Benito, Wolfgang K. Maser, F. Xavier Rius y Jordi Riu, ha sido publicada en la revista Biosensors and Bioelectronics.

El biosensor de grafeno

La base del biosensor es el óxido de grafeno, un derivado químico que sirve como capa transductora, para convertir el evento de detección en una señal eléctrica, y un aptámero, una molécula de ácido nucleico de cadena sencilla que actúa como capa de detección, según informa una nota del CSIC.

 “El óxido de grafeno, por su superficie, sus propiedades conductoras y capacitativas, es idóneo para desarrollar sensores electroquímicos. También es fácilmente procesable en forma de películas finas para anclar los aptámeros. El hecho de tener un sistema bidimensional fino representa una gran ventaja para la interacción y el funcionamiento del aptámero frente a otras sistemas como los nanotubos de carbono”, ha explicado el investigador del CSIC en el Instituto de Carboquímica, Wolfgang K. Maser.

Con la funcionalización del sistema transductor con aptámeros tipo ADN, que actúan como capa para detectar los microorganismos, los investigadores han dado el último paso en la construcción del biosensor completo antes del estudio de su funcionalidad operativa. Según sus creadores, con un límite de detección de una unidad de formación de colonias, supera los métodos actuales en simplicidad y rendimiento.

“Este biosensor supera sistemas existentes en simplicidad y rendimiento y, por lo tanto, representa un progreso decisivo hacia sistemas de detección de microogranismos rápida y de tolerancia cero”, destaca Jordi Riu, investigador de la Universitat Rovira i Virgili.