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Los kurdos sirios, divididos ante la oportunidad de estar presentes en Ginebra 2

  • Algunos grupos piden tener una representación propia 
  • Sinam Mohamad: "La cuestión kurda debe estar en Ginebra"
  • Hasán Saado: "No tenemos nada que ganar allí" 

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Las divisiones en la oposición siria sobre su participación en Ginebra 2 amenazan con hacer descarrilar la conferencia de paz.

Durante este viernes y el sábado, la principal alianza opositora, la Coalición Nacional Siria (CNFROS) se reúne en Estambul para decidir si acude o no a Suiza. Los grupos que componen la CNFROS discuten si sentarse a la misma mesa con el régimen de Bachar al Asad y con su aliado, Irán, que ya han confirmado sus asistencia.

Otra de las líneas de fractura es el futuro de una Siria post-Asad, en la que la habrán de convivir distintos grupos étnicos y religiosos.

Los kurdos, el segundo grupo étnico del país después de los árabes, esperan que esa futura Siria garantice su autonomía, pero tampoco tienen una postura común de cara a la conferencia. Entre las numerosísimas facciones y partidos kurdos hay partidarios de participar en la conferencia de Suiza junto al resto de la oposición; otros que desean acudir en un frente kurdo y quienes creen que el encuentro no cumple los requisitos mínimos.

Sus divisiones se vieron expuestas en la reciente Conferencia de Córdoba, de la que fue excluida la representante de la principal fuerza en el Kurdistán sirio.

Representación kurda en Suiza

"La cuestión kurda debe estar presente en Ginebra 2", advirtió Sinam Mohamad, co-presidenta del Consejo Popular de Kurdistán Occidental (esto es, la zona del noreste de Siria habitada mayoritariamente por esta etnia), en una entrevista con RTVE la semana pasada.

Mohamad fue inicialmente invitada a Córdoba por el comité organizador, pero una vez allí se encontró con el veto de otros delegados, que la acusaban de complicidad con el régimen.

Detrás del Consejo está el Partido de la Unión Democrática (PYD), el más poderoso en el Kurdistán sirio. El PYD participa en el Comité Nacional de Coordinación (CNC), otra coalición opositora, que ya ha anunciado que no estará en Ginebra 2.

"Los kurdos no aceptaremos ser excluidos de cualquier solución sobre Siria, ya sea Ginebra 2, 3 o 4. Si nos excluyen, no habrá solución, el conflicto continuará", añade Mohamad.

Para Mohamad, los kurdos tienen derecho a una delegación independiente en la cumbre internacional. En caso contrario, los delegados kurdos que acudan debieran transmitir una postura consensuada entre todas las fuerzas de esta etnia.

Hasán Saado, científico residente en Alemania, sí estuvo presente en la ciudad andaluza como delegado kurdo independiente. Su postura es que los kurdos no tienen nada que hacer en la conferencia.

"No cumple con el objetivo de nuestra revolución, que es una Siria democrática, multinacional y multicultural. Solo decidirá si Asad debe estar dentro o fuera del gobierno (...) No tenemos nada que ganar allí", lamenta Saado en conversación telefónica con RTVE.es

Desconfianza de la oposición árabe

Los kurdos sirios desconfían de la oposición a Asad, mayoritariamente formada por árabes, y en la que hay grupos nacionalistas e islamistas. Las milicias kurdas expulsaron al Ejército regular sirio de sus comunidades prácticamente sin disparar un tiro, pero los enfrentamientos con los rebeldes han sido frecuentes y sangrientos.

"¿Cómo podemos sentarnos con gente que ha traído tanta destrucción a Siria?" - dice Saado - "No seremos libres en este país, ni bajo Asad ni bajo estas bandas".

Para Sinam Mohamad, la vía armada iniciada por los rebeldes no es la solución. "Queremos una tercera vía, una solución democrática, porque las otras dos vías, la del régimen y la de la oposición, son injustas para otros grupos", explica.

"Desafortunadamente - insiste la política kurda - hay personas que están ahora en la oposición siria y que antes estaban con el régimen, y que me perseguirían a mí". "Tienen la misma mentalidad chovinista. Solo quieren derribar a Asad", asegura.

El autogobierno, objetivo común

A pesar de sus diferencias, los kurdos de Siria tienen un objetivo común: mantener o ampliar la autonomía de la que gozan de facto, en el noreste del país, donde sus propias instituciones han llenado el vacío causado por la guerra.

"Todos los kurdos queremos nuestros derechos y el objetivo de una Siria democrática, secular y multinacional", subraya Hasán Saado. El científico residente en Alemania propone que los grupos que conforman el complicado mosaico sirio compartan el poder de manera proporcional.

"Si esto es una revolución - explica por su parte Sinam Mohamad - eso significa que debemos cambiar todo, incluyendo la noción de un país con una sola educación, una cultura, una lengua y una nación, que es la árabe. Siria es un país diverso".

Las aspiraciones de autogobierno de los kurdos chocan, sin embargo, con los intereses de las potencias regionales, comenzando por Turquía, que desde 1984 libra un conflicto armado contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de Abdullah Oçalan. Turquía ha sido, hasta el momento, el principal soporte de los grupos que forman la CNFROS.

La minoría kurda siria (entre 2.2 y 3 millones de personas, en torno a un 10% de la población) se encuentra dividida casi desde el comienzo de la guerra civil.

Sus principales partidos reproducen en parte la ideología de formaciones arraigadas en otros países. Así, el Partido de la Unión Democrática (PYD) está relacionado con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de Abdullah Oçalan, en Turquía; y el Partido Democrático Kurdo (PDK-S) está apoyado por la formación del mismo nombre en Irak, a la que pertenece el presidente de la Región Autónoma del Kurdistán Iraquí, Masud Barzani. En torno a estas dos fuerzas principales se crearon dos coaliciones: el Consejo Popular del Kurdistán Occidental y el Consejo Nacional Kurdo (CNK), respectivamente.

Ambas facciones llegaron a enfrentarse a tiros hasta que Barzani medió en noviembre de 2012 para que confluyeran en una línea común con la creación de un Comité Supremo, lo que hizo posible la defensa conjunta de las localidades kurdas.

Desde entonces, sin embargo, las relaciones entre la Región Autónoma del Kurdistán Iraquí y la vecina Turquía han mejorado mucho, hasta el punto de que el gobierno autónomo ha firmado acuerdos para suministrar a Ankara petróleo iraquí, para enfado de las autoridades de Bagdad.