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El nuevo portavoz de los obispos critica el uso de cuchillas en Melilla: "No es manera"

  • "No se puede atentar contra quienes buscan mejores condiciones de vida"
  • Tamayo pide regular la situación de los inmigrantes "deste el respeto a la vida"

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El portavoz de la Conferencia Episcopal censura el uso de cuchillas en la valla del Melilla

El nuevo portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, ha censurado este viernes que el Gobierno utilice cuchillas en la valla de Melilla para evitar que entren inmigrantes. Gil Tamayo ha señalado que esta "no es manera" de afrontar este problema porque "el inmigrante no es un peligro".

El secretario general de la CEE, que ha hecho estas declaraciones en la rueda de prensa final de la Asamblea Plenaria de los Obispos que se ha celebrado esta semana, ha confesado tener una "especial sensibilidad" hacia este tema por ser hijo de emigrantes españoles en Alemania.

"No se puede atentar contra unas personas que buscan mejores condiciones de vida", ha sentenciado el sacerdote, quien ha agregado que los inmigrantes "aportan a la construcción social de un país".

Aunque se ha mostrado de acuerdo con regular la situación de estas personas ha precisado que hay que hacerlo "desde el respeto básico y esencial a la vida".

Pide no entrar en la "cultura del descarte"

Se ha referido, además, al viaje del papa a la isla italiana de Lampedusa donde rechazó "la cultura del descarte" de unas personas que no solo tienen la lacra de la pobreza sino también la de la falta de libertad y del peligro para su vida, incluso, por sus opciones políticas.

En este sentido, ha indicado que el inmigrante desde la doctrina social de la Iglesia "es alguien con una riqueza que aporta a la construcción social de un país", algo que, según ha matizado, también ha experimentado España con "tantos y tantos españoles inmigrantes fuera y ahora con la dura realidad de tantos jóvenes mejor formados que tienen que buscar una salida profesional con esa cultura del descarte".

Además, ha manifestado que muchos de esos inmigrantes que intentan saltar la valla "no solo tienen detrás de sí la lacra de la pobreza sino la lacra de la falta de libertad" y ha puntualizado que "la Iglesia estará a favor siempre de la vida de forma integral".

El Gobierno analizará el informe de Interior sobre las cuchillas

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, analizará "en todos sus extremos" el informe que acaba de remitirle el Ministerio del Interior sobre el uso de cuchillas en la valla de Melilla.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y preguntada por el citado informe que Rajoy solicitó al departamento que dirige Jorge Fernández Díaz, la vicepresidenta ha destacado que el Gobierno acaba de recibir ese documento sobre el uso de estos instrumentos no solo en las vallas sino también en los perímetros de instalaciones como las centrales nucleares o cárceles.

Según la vicepresidenta, el informe de Interior es muy amplio y se refiere a cómo y dónde se utilizan las concertinas, que en el caso de Melilla fueron instaladas en 2005.

Sáenz de Santamaría ha reflexionado que el problema de la inmigración es "muy complejo", ya que requiere de actuaciones en varios cauces, uno de los cuales supone la adopción de instrumentos eficaces contra las mafias que operan en las fronteras.

España ha hecho, según la portavoz, una importante tarea para sacar adelante convenios con otros países para lograr un control ordenado de los flujos migratorios.

Gil Tamayo asegura que el aborto no es "la contienda de la Iglesia"

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española también se ha referido al aborto para decir que "no es una cuestión religiosa", ni la "contienda de la Iglesia como una alternativa política".

A su juicio, la Iglesia "no tiene que estar abanderando y clericalizando opciones libres que responden a los deseos legítimos de la sociedad", pero "sí tienen que estar los cristianos".

Ha manifestado de forma "rotunda" que  el aborto no es un derecho, sino "un problema grave, doloroso y  trágico, especialmente para quien lo sufre".