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Cuatro muertos en Reino Unido y dos en Holanda por el temporal en el norte de Europa

  • Los servicios de rescate buscan a un niño de 14 años
  • 220.000 viviendas se han quedado sin electricidad en Inglaterra y Gales
  • Bélgica y parte de Francia, en alerta

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El temporal de lluvia y viento deja dos muertos y obliga a cancelar vuelos y trenes en Reinos Unido

Cuatro personas han fallecido como consecuencia del temporal de lluvia y viento que azota el Reino Unido, mientras los servicios de rescate buscan desde este domingo a un menor de 14 años desaparecido en el mar.

Un hombre ha fallecido tras caerle encima un árbol mientras conducía su coche en Watford, a 34 kilómetros al noroeste de Londres, ha informado el servicio británico de ambulancias. Además, una joven de 17 años falleció esta madrugada mientras dormía cuando cayó un árbol en la fachada de su casa en Hever, en el condado de Kent (sureste de Londres).

Además, Scotland Yard ha informado de que otras dos personas han muerto en el oeste de Londres después de que la caída de otro árbol haya causado una explosión de gas, informa la cadena británica BBC.

Los servicios de rescate, por su parte, siguen buscando a un niño que desapareció en la tarde de este domingo en una playa de Newhaven (sureste de Inglaterra) "arrastrado por la corriente", ha confirmado a policía del condado de Sussex.

Vuelos cancelados y viviendas sin luz

El temporal, considerado uno de los peores de los últimos años y que afecta a Inglaterra y Gales, ha llegado a alcanzar rachas de viento de 160 kilómetros por hora y ha dejado a 220.000 viviendas británicas sin electricidad en el suroeste de Inglaterra.

Además, al menos 130 vuelos han sido cancelados este lunes en el aeropuerto londinense de Heathrow, así como numerosos servicios de tren, mientras gran parte de los servicios de transporte han alterado su horario, también en Londres.

En general, se espera que los aeropuertos y el servicio de tren entre Francia y el Reino Unido por el Canal de la Mancha Eurostar reanuden su servicio con regularidad a media mañana, cuando se espera que la tormenta haya remitido.

En todo el territorio se han emitido unas 146 alertas por inundaciones y la gran mayoría de los servicios de transporte han alterado su horario, al tiempo que se advierte a los conductores de extremar la precaución.

Vientos de hasta 159 kilómetros por hora se registraron en la isla inglesa de Wight en la noche del domingo, cuando la tempestad alcanzó su pico, si bien aún persisten los fuertes vientos y lluvias torrenciales en buena parte del país.

Dos muertos en Holanda, alerta en Francia

El temporal que está afectando a Gran Bretaña se deja sentir también en el norte del continente. Dos personas han fallecido en Holanda aplastadas por árboles derribados por el vendaval.

Además, una escuela próxima a la ciudad de Groningen, en el norte del país, ha tenido que ser desalojada por temor a la caída de un árbol cercano.

La mitad oeste de Holanda está en alerta roja y en la mayor parte de Bélgica se ha decretado la alerta naranja por vientos que alcanzarán entre 100 y 120 kilómetros por hora, según indicaron las respectivas agencias meteorológicas nacionales, KNMI e IRM.

En los Países Bajos el viento ha ocasionado alteraciones en el tráfico por tierra, mar y aire, y ha obligado a cancelar o reducir los servicios ferroviarios así como las salidas de transbordadores hacia las islas Wadden y algunos vuelos, si bien no hay problemas de importancia en los aeropuertos de Schiphol o Rotterdam.

En Bélgica no se han producido heridos hasta el momento aunque sí cuantiosos daños materiales, según recogen los medios belgas.

La región más castigada es la de Bruselas, donde los bomberos han efectuado más de 200 salidas desde esta madrugada, sobre todo por la caída de árboles o señales y por destrozos en los tejados de los edificios.

En el noroeste de Francia, más de 75.000 hogares se han visto privados de electricidad como consecuencia de los daños causados en los cables eléctricos por el temporal de lluvia y viento que afecta a la región.

En total, siete departamentos franceses, todos ellos en el noroeste, se encuentran bajo la alerta naranja, lo que obliga a la población a aumentar su precaución por el riesgo meteorológico existente y cierto grado de peligro para las actividades usuales.