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Un fármaco contra el cáncer de mama aumenta un 30% la supervivencia en cáncer de páncreas

  • Se considera "el primer avance relevante" en 20 años en estos tumores
  • En España se usa en ensayos clínicos y como uso compasivo
  • Su uso ya está aprobado en EE.UU. y podría estarlo en Europa a final de año

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Un estudio con participación española publicado en la revista New England Journal of Medicine ha confirmado la eficacia frente al cáncer de páncreas de un fármaco hasta ahora utilizado en tumores mamarios, ya que consigue aumentar hasta en un 30 por ciento la supervivencia de los pacientes con la enfermedad más avanzada.

Los tumores pancreáticos no son de los más frecuentes (el décimo, con unos 5.000 nuevos casos anuales en España) pero sí son de los más agresivos y difíciles de tratar ya que muchos de ellos (60%) ya han hecho metástasis en el momento del diagnóstico, lo que hace que la supervivencia a cinco años sea de apenas un dos por ciento.

Por ello, la eficacia demostrada por este nuevo fármaco, llamado nab-paclitaxel y comercializado por la farmacéutica Celgene con el nombre de 'Abraxane', se considera como "el primer avance relevante en los últimos 20 años" en estos tumores, según ha reconocido la doctora Carmen Guillén, de la Unidad de Cáncer Familiar del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y una de las autoras del estudio.

El tratamiento se administra por vía intravenosa una vez a la semana (en pautas de tres semanas de tratamiento y una de descanso, y así sucesivamente hasta progresión del tumor) y en el estudio 'MPACT' se analizó su eficacia en pacientes metastásicos en combinación con el tratamiento clásico que se utiliza hasta el momento, la gemcitabina.

Un 30 por ciento más de supervivencia

Los resultados mostraron una mediana de supervivencia de 8,5 meses, cuando la que se consigue con el tratamiento estándar es de 6,7 meses, y el porcentaje de supervivencia en el primer año fue del 35%, frente al 22% conseguido solo con gemcitabina. Al segundo año, no obstante, la supervivencia se reduce a un 9 y un 4 por ciento, respectivamente.

La doctora Guillén ha destacado la importancia de este nuevo tratamiento, que hace posible que tenga pacientes en fase avanzada que comenzaron a tratarse en noviembre de 2011 y casi dos años después "continúan con la enfermedad controlada y realizan una vida plena y disfrutan de sus familias, sus amigos, viajan y se van de vacaciones, y todo ello estando en tratamiento".

Además, los efectos adversos de esta terapia son "bastante favorables", ha añadido el doctor Fernando Rivera, de Servicio de Oncología del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, ya que la toxicidad hematológica y neurológica es "moderada y fácilmente reversible". De hecho, se está analizando su uso en pacientes cuya situación es más delicada.

En el estudio, desarrollado entre 2009 y 2012, participaron en total  861 pacientes de 161 centros, ocho de ellos españoles (el CIOCC, el  Hospital 12 de Octubre, el Ramón y Cajal y el Clínico San Carlos de  Madrid; el Vall d'Hebrón y el Clínic de Barcelona; el Virgen del Rocío  de Sevilla y el Reina Sofía de Córdoba).

Disponible en la sanidad española aunque aún no está aprobado

Su uso en tumores pancreáticos ya ha sido autorizado por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) y en Europa se confía en que se apruebe antes de que acabe el año, apunta Manuel Hidalgo, director del Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC) de Madrid.

No obstante, los pacientes en España ya pueden acceder a esta terapia con la participación en ensayos clínicos o mediante el procedimiento de uso compasivo, algo para lo que "no están teniendo problemas" tanto en hospitales públicos como privados.

Se están realizando más investigaciones y ensayos para seguir conociendo mejor el uso de este medicamento, tanto en su combinación con otros fármacos como en la detección de biomarcadores que permitan predecir en qué pacientes puede ser más eficaz.