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EE.UU. firma el Tratado de Comercio de Armas Convencionales pese a la oposición republicana

  • El texto ha sido rubricado por Kerry en la sede de la ONU
  • Quedará en papel mojado porque los republicanos no lo aprobarán en el Senado
  • El acuerdo fue aprobado en la ONU por 154 votos a favor

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Estados Unidos ha firmado este miércoles el primer tratado para regular el comercio internacional de armas convencionales. El texto ha sido rubricado en la sede de la ONU en Nueva York por el secretario de Estado, John Kerry.

Es "un hito y un paso de gigante para acabar con el flujo de armas convencionales que dan lugar a muchas atrocidades y abusos", ha señalado a Reuters el Secretario General de Amnistía Internacional, Salil Shetty, pese a que el texto quedará en papel mojado si la oposición republicana, como ya ha advertido, no lo aprueba en el Senado.

Los 89 firmantes del acuerdo, entre los que ahora se encuentran EE.UU. "deben implantar el Tratado y conseguir que se acabe con el suministro de armas a países que las utilizan para cometer genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y otras violaciones graves de los derechos humanos", ha añadido Shetty en un comunicado.

EE.UU., el mayor comerciante de armas

El tratado se implementó el pasado mes de abril en la Asamblea General de ONU por 154 votos a favor, incluido el de EE.UU., tres en contra -Irán, Siria y Corea del Norte- y 23 abstenciones.

Este es el principal acuerdo de armas desde la firma en 1996 del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares y abarca un amplio espectro de armas convencionales.

Es de relevancia que EE.UU lo firme ya que es, con diferencia, el mayor comerciante de armas del  mundo y realiza alrededor del 30% de las transferencias de armas  convencionales globales desde el punto de vista de su valor, según Amnistía Internacional.

Oposición republicana

El poderoso lobby de las armas en EE.UU., el mayor productor de armamento del mundo, ya ha manifestado sus objeciones al tratado, temiendo que pueda infringir los derechos individuales de llevar armas dentro de las fronteras estadounidenses.

Al igual que los intentos del Gobierno de Barack Obama de impulsar una legislación para un mayor control de armas, la firma del Tratado enfrenta la oposición del grupo de presión armamentístico y los defensores más estrictos de la Segunda Enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho a portar armas. Entre ellos se encuentra el senador republicano Jim Inhofe, que ha envió una carta a Kerry en la que declara “muertas” las aspiraciones del tratado de ser ratificado en el Senado, donde muchos republicanos temen que abra la puerta a un mayor control interno de armas.

“La administración está perdiendo un tiempo precioso intentando ceder nuestras leyes a la comunidad internacional y a burócratas de la ONU que no han sido elegidos (popularmente)”, escribió Inhofe. El Gobierno de Obama confía en que el tratado ayude a presionar a Rusia para que detenga sus ventas de armas a Siria.