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El Senado de EE.UU. retrasa la votación sobre la autorización de ataque Siria

  • Aún no se ha dado a conocer la nueva fecha para la votación
  • El Congreso y el Senado reanudan sus sesiones con escepticismo sobre Siria
  • Congresistas, republicanos y demócratas tienen dudas sobre la intervención

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El Congreso y el Senado de EE.UU. reanudan sus sesiones con gran escepticismo sobre Siria

El líder de la mayoría demócrata del Senado estadounidense, Harry Reid, ha anunciado su decisión de retrasar la votación sobre la petición presidencial de  autorización para un ataque en Siria por el supuesto uso de armas  químicas.

El Senado  tenía previsto someter a votación el próximo miércoles  una resolución aprobada previamente por su Comité de Relaciones  Exteriores que autorizaba una intervención limitada en Siria, por un  periodo de 90 días, y sin la presencia de tropas de EE.UU. sobre el  terreno.

La decisión de Reid, quien no ha precisado una nueva fecha para la votación, se produce horas después de conocerse una propuesta de Rusia para que el arsenal de armas químicas de Siria sea entregado por Damasco y quede bajo control internacional, un plan que EE.UU. ha dicho que estudiará.

Una fuente de la oficina de Reid ha confirmado a la agencia Efe que el líder de la mayoría demócrata tiene previsto esperar al discurso a la nación que ofrecerá mañana el presidente estadounidense, Barack Obama.

Reid, senador por Nevada, ha afirmado que no cree que sea el momento  "de ver lo rápido que podemos hacer esto; debemos ver cómo lo hacemos  bien".

No es el momento de ver lo rápido que podemos hacer esto

El presidente de EE.UU., Barack Obama, continúa su campaña para tratar de convencer a la opinión pública. Este lunes, Obama concede varias entrevistas a cadenas de televisión estadounidenses para insistir en la urgente necesidad de la acción contra el régimen de Bachar Al Asad.

Aunque el Comité de Relaciones Exteriores del Senado aprobó la semana pasada un ataque militar limitado de hasta 90 días para castigar al régimen sirio por su presunto uso de armas químicas el pasado 21 de agosto, Obama no tiene los votos asegurados en ninguna de las dos cámaras del Congreso.

A la espera de lograr apoyos

El Congreso y el Senado de Estados Unidos han reanudado este lunes sus sesiones, tras la pausa estival, con grandes dudas con respecto a la posible intervención militar contra Siria.

Para el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, Obama no ha hecho un trabajo convincente para ganarse los votos del Congreso.

"Señor presidente, exponga su caso. Es un caso importante para la futura seguridad nacional de este país; tiene razón con su decisión (de lanzar un ataque), ahora demuéstreles a los estadounidenses por qué cree que está en lo correcto", ha dicho Rogers a la cadena televisiva MSNBC.

Obama necesita el apoyo de una mayoría simple en el Senado, es decir 51 de un total de 100 votos, y al menos 217 de 433 escaños en la Cámara Baja.

En la Cámara Baja, pese a que los principales líderes demócratas y republicanos apoyan a Obama, sólo 42 legisladores respaldarían la resolución que autoriza el ataque militar, según el grupo progresista "ThinkProgres.org".

El diario USA Today ha indicado que solo 22 senadores y 22 legisladores de la Cámara Baja apoyarían definitivamente el uso de la fuerza contra Damasco.

Panorama opuesto al de la guerra de Irak

El panorama es diametralmente opuesto al de 2002, cuando la mayoría de los demócratas se opuso a la guerra contra Irak durante la presidencia de George W. Bush. En esa ocasión, sólo seis republicanos de la Cámara Baja votaron en contra de esa resolución.

"La decisión de pedir permiso al Congreso ha sido un movimiento político astuto del presidente Obama: si el Congreso no le da luz verde, eso enviaría un mensaje sobre su débil liderazgo político, pero también le daría una salida porque podrá decir que ha sido la voluntad del pueblo a través de sus representantes", ha explicado Stephen Wayne, analista político y experto en asuntos presidenciales de la Universidad Georgetown.

"Tenía que acudir al Congreso porque pase lo que pase, las críticas y la responsabilidad recaerán sobre todos en ambos partidos, no sólo en él", ha argumentado Wayne.

La crisis en Siria y la sesión legislativa de apenas nueve días este mes  dificultan otras prioridades de Obama, incluyendo una reforma migratoria  integral, las negociaciones para continuar financiando las operaciones  del Gobierno y las relacionadas con el levantamiento del techo de la  deuda, ha añadido el analista político.

Seis de cada diez estadounidenses se oponen

Una encuesta conjunta de la cadena CNN y ORC Internacional ha indicado este lunes que cerca de seis de cada diez estadounidenses se oponen a atacar a Siria, y la mayoría cree que EE.UU. no tiene intereses nacionales en ese país y duda que el ataque logre algún cambio significativo.

La Administración Obama ha hecho numerosas consultas a puerta cerrada con los principales líderes del Congreso pero no ha mostrado públicamente imágenes de satélites, comunicaciones internas del Ejército sirio ni ninguna otra prueba que vinculen a Al Asad con el ataque de armas químicas que, según el Gobierno, dejó más de 1.400 muertos.

Pero el "número dos" del Consejo de Seguridad Nacional,  Tony Blinken,  ha asegurado también este lunes que Washington tiene pruebas "convincentes" y que el Congreso "llegará a la conclusión correcta" cuando las examine.

Obama: "Si Asad entrega las armas químicas, suspenderemos el ataque"

Esta misma tarde, en entrevista con la cadena de televisión ABC, Barack Obama ha señalado que "no anticipa que vaya a haber una sucesión de votos esta semana o en algún momento del futuro inmediato" en el Congreso.

Obama ha precisado que un ataque militar contra Siria se suspendería "absolutamente" si el presidente sirio Bachar al Asad accediera a poner su arsenal de armas químicas bajo control de la comunidad internacional.

Funcionarios de la Administración y el propio Obama habían elevado este fin de semana la presión sobre los congresistas con numerosos contactos, reuniones y discursos, para lograr el apoyo a la acción militar a Siria, ante las crecientes dudas entre los congresistas.