Enlaces accesibilidad

Diseñan un método de autopsia no invasiva y barata para países en vías de desarrollo

  • Científicos españoles desarrollan una técnica alternativa a la autopsia completa
  • Sus resultados son fiables y comparables a la técnica tradicional
  • Permitiría a países en vías de desarrollo conocer de qué muere su población
  • Estos países carecen de registros y datos sobre los fallecimientos

Por
Investigadora trabajando en el laboratorio del Instituto de Salud Global de Barcelona
Investigadora trabajando en el laboratorio del Instituto de Salud Global de Barcelona.

Llevar a cabo autopsias en países en vías de desarrollo puede ser, en muchos casos, una tarea imposible. Por un lado están la falta de recursos, tanto humanos como materiales y, por otro, las barreras culturales y religiosas.

En países como Mozambique, con una población de 20 millones de habitantes, solo se realizan 500 autopsias al año debido a que únicamente un hospital de Maputo, su capital, cuenta con los recursos necesarios, según ha explicado a RTVE.es el científico de la fundación Instituto de Salud Global de Barcelona, Quique Bassat.

A esto hay que sumarle que la mayoría de familias se niegan a que se les practique la autopsia completa a sus allegados. El país, por tanto, carece de datos sobre las muertes y de registros que les permita poner en práctica políticas efectivas para paliar los males que afectan a la población.

Es la base del nuevo estudio que ha comenzado la fundación Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Sus científicos se ha propuesto desarrollar una técnica alternativa a la autopsia completa, más barata, menos invasiva y menos traumática para las familias, y que permita recabar datos reales sobre las causas de las muertes en países en vías de desarrollo para que se puedan implantar políticas en materia de salud más efectivas.

El método que plantean consiste en la realización de pequeñas biopsias diagnósticas específicas, por punción con aguja de los órganos clave.

Técnica fácil de implantar

Según Bassat este tipo de técnica ya existe en algunos países desarrollados: "Se trata de un método fácil de implantar, que se realiza a través de punciones con aguja fina a través de las cuales se obtienen muestras de tejidos que revelan si el fallecido tenía alguna enfermedad".

El uso de esta técnica genera, según este científico, resultados fiables y comparables a la autopsia completa en los países desarrollados. Una ventaja adicional de esta práctica es la posibilidad de mejorar la comprensión de cómo surgen y se desarrollan las enfermedades que necesitan muestras humanas para estudiarse completamente.

En el proyecto participan, además de los científicos españoles que lideran la investigación, expertos de otros seis países: Mozambique, Mali, Gabón, Kenia, Pakistán y Brasil. Este estudio, según explica Bassat, cuenta con dos vertientes de investigación, patológica, en el que comparan los resultados de la nueva técnica con la autopsia tradicional y otra sociológica, mediante la cual estudian la mejor manera para abordar las distintas comunidades según su religión, grado de alfabetización y demás particularidades.

Sistemas aleatorios

Hasta ahora, las 'autopsias' en estos países se realizan a través de estimaciones indirectas. Se denominan autopsias verbales, que consisten en hacer entrevistas a familiares entre tres y seis semanas después de la muerte del allegado. Según ha indicado Bassat son cuestionarios estandarizados y están sujetos a la interpretación de un técnico.

Se trata, según afirma el investigador, de un método muy impreciso que quieren cambiar y pone como ejemplo: "Hay mucha divergencia en las estimaciones de los fallecimientos por la malaria, una de las principales causas de muerte en el mundo, se trata de un sistema muy deficitario ".

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la malaria provoca 650.000 muertes al año, pero un estudio del departamento de Salud Pública de la Universidad de Queensland, en Australia afirmó que la malaria causa el doble de muertos de lo estimado. La técnica desarrollada por Bassat y el resto del equipo podrían permitir determinar cuántas personas mueren realmente de esta y otras enfermedades.

De momento, la aplicación de la autopsia mínimamente invasiva está siendo estudiada por los científicos de ISGlobal. Desde la institución afirman que en ningún caso el objetivo era patentar una nueva técnica, pero esperan que pueda estar homologada en el menor tiempo posible.

Sin embargo, aún es necesario definir y estandarizar los procedimientos para llevar a cabo esta técnica, que es uno de los objetivos del proyecto CaDMIA. La confirmación de que la autopsia mínimamente invasiva es un método factible, válido y confiable para informar acerca de la causa de la muerte podría permitir la introducción de técnicas simplificadas como una alternativa para completar las autopsias completas o como complemento de los métodos indirectos.