La Policía turca vuelve a cargar contra los manifestantes en Ankara
- Nueva protesta en la céntrica plaza de Kizilay en Ankara
- La Policía utiliza cañones de agua a presión y gases lacrimógenos
- Erdogan acusa a los bancos de impulsar las protestas
La Policía ha vuelto a cargar este domingo contra una manifestación en la céntrica plaza de Kizilay en Ankara, la capital turca, escenario de intervenciones policiales desde hace más de una semana.
Al mismo tiempo que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, se desplazaba desde el aeropuerto al centro de la ciudad, en un trayecto que incluía varias paradas para dirigir discursos a sus simpatizantes, otros ciudadanos se manifestaban contra el Gobierno hacia la plaza de Kizilay.
Sobre las 18.30 GMT, los agentes cargaron contra los manifestantes, empleando blindados con cañones de agua a presión, granadas de gas lacrimógeno y bombas sónicas.
Hace precisamente una semana que la policía desalojó, en una intervención que duró muchas horas, a unas 10.000 personas que se habían congregado en Kizilay y desde entonces los antidisturbios han frustrado todos los intentos de los manifestantes de volver a ocupar la emblemática plaza.
Erdogan acusa a los bancos de impulsar las protestas
Por otra parte, el primer ministro de Turquía ha arremetido contra los bancos comerciales de su país, a los que acusó de ser uno de los impulsores de la oleada de protestas antigubernamentales, y ha animado a sus seguidores a "darles una lección" y a optar por la banca estatal.
"Tenemos que darle una lección al lobby de los intereses, que ha sido el que más ha ganado. Vosotros le daréis una lección. Es tiempo de darle una lección como nación. No me hagáis dar nombres. Os digo: hay bancos estatales. Usadlos", ha dicho el mandatario en un encendido discurso en Ankara.
Erdogan, que ha acusado a la oposición política e incluso a otros países de estar tras las masivas protestas contra su gestión que sacuden el país desde hace días, puso hoy a los bancos privados en el punto de mira y advirtió de que "lo pagarán caro".
El primer ministro ha atacado a los bancos en varios discursos, en los que los ha acusado de "explotar" al pueblo durante años y a los que ha advertido: "Hemos mostrado paciencia por mucho tiempo. No lo digo por un banco o dos, sino por todos los que forman este lobby".