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Científicos observan los efectos de la acidificación en el mar Mediterráneo

  • El pH de todos los mares se está reduciendo
  • Un equipo científico ha estudiado la acidificación en el Mediterráneo
  • Han encontrado residuos plásticos y aumento de medusas en altamar

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Operaciones de muestreo y de medusas de MedSea

Los mares de todo el mundo se están 'acidificando', es decir, se está reduciendo su pH debido a las reacciones químicas que se producen en el contacto entre el dióxido de carbono emitido por el ser humano y el agua.

Aunque la acidificación no incluye el calentamiento del océano, sí comparte con el cambio climático la causa del aumento del CO2 en la atmósfera. Y es que el medio ambiente marino no solo recibe 'presiónn' en relación a la temperatura del agua, sino también por la sobrepesca, las especies invasivas y la desoxigenación.

Un equipo de investigadores internacionales del proyecto MedSea, coordinado por la investigadora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Patrizia Ziveri, ha regresado de un crucero científico por el Mediterráneo para sondear las condiciones actuales del mar Mediterráneo en relación con las elevadas concentraciones de CO2 atmosféricas y detectar otros impactos antropogénicos en el océano, como la distribución de microplásticos.

El mar Mediterráneo es de especial interés para investigar la  acidificación del océano debido a que es un mar complejo, semi-cerrado y  con una alta variabilidad medioambiental.

Hallazgo de plásticos y medusas en altamar

Uno de los primeros descubrimientos de la campaña de investigación fue la detección, en grandes zonas alejadas de la costa, de pequeños residuos plásticos flotando. Es la primera vez que se hace un muestreo de este tipo en toda la cuenca mediterránea y el hallazgo ha sorprendido a los científicos, según ha indicado la UAB en un comunicado.

También han observado grandes concentraciones de medusas en altamar. En la cuenca  oeste los investigadores han encontrado grandes cantidades de la  especie de medusa Pelagia noctiluca (medusa luminiscente o clavel) y del  pólipo Velella velella (vela de mar o vela púrpura). 

Los datos  obtenidos permitirán avanzar en el estudio de las causas de estas  proliferaciones y poder determinar si son de origen antropogénico, es decir, resultado de las actividades humanas. 

En la  actualidad, apunta la UAB, existe mucha especulación sobre el tema y en la  literatura científica se cita como causas más probables de estas grandes  concentraciones de medusas la ausencia de depredadores, debido a la  sobrepesca, y el aumento de la temperatura media del mar. Aunque la campaña contribuirá a avanzar, es necesario confirmar o descartar estas tendencias.

Un muestreo sin precedentes

En la campaña de investigación, el equipo ha recogido muestras con cuatro robots marinos equipados con sensores en miniatura que han lanzado en varios puntos del  Mediterráneo. Así han podido observar los parámetros  marinos: temperatura, nutrientes, salinidad, clorofila, etc.

El muestreo ha implicado colectores de aerosoles, recolectores de  plancton, así como sistemas para obtener muestras detalladas de columnas  de agua y de sedimentos,  para analizar los isótopos radioactivos  naturales y artificiales, y elementos traza (presentes en cantidades muy  pequeñas) disueltos en el agua del mar.

Los científicos han recogido muestras de agua tanto superficiales como  profundas para analizar la concentración de CO2 y de otros compuestos  químicos en el agua, y su impacto sobre determinados organismos  y sobre  los procesos biogeoquímicos.

El crucero oceanográfico se ha llevado a cabo a bordo del buque científico  Ángeles Alvariño, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), en  colaboración con la Unidad de Ecología Marina UTM-CSIC, y financiado  parcialmente con fondos FEDER. El barco ha finalizado un crucero de dos etapas iniciado el pasado 2 de  mayo, de Cádiz a Heraklion (Creta) y de vuelta hacia Barcelona, y su posición puede seguirse en internet.

El proyecto europeo MedSea

MedSeA, coordinado por la investigadora del ICTA-UAB Patrizia Ziveri, es  un proyecto cofinanciado por el 7º Programa Marco de la Unión Europea y  el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO), en colaboración con IMEDEA, el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), la  Universidad de Cádiz, MedSea partners, el Instituto Español de  Oceanografía, y el programa internacional GEOTRACES.

Las investigaciones se llevan a cabo  de manera interdisciplinaria, con la participación de químicos,  biólogos, ecólogos y economistas, y proporcionan nuevos datos y  valoraciones sobre las respuestas de los ecosistemas marinos  mediterráneos a la acidificación, así como un mapa de las zonas más  vulnerables. Los resultados ayudarán a mejorar los modelos  oceanográficos actuales y permitirán desarrollar estrategias políticas  regionales para mitigar su efecto.