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Una alumna de Newtown: "La policía nos dijo que nos abrazáramos y cerráramos los ojos"

  • Un tiroteo en una escuela primaria de EE.UU. ha dejado 26 muertos
  • Los escolares han tenido que salir escoltados por la polícia

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Un grupo de niños es conducido fuera del colegio tras el tiroteo
Un grupo de niños es conducido fuera del colegio tras el tiroteo

Nervios, pánico y momentos de gran angustia se han vivido entre los escolares y los familiares de los niños de la escuela primaria de Connecticut en el que han fallecido en un tiroteo 26 personas, 20 de ellas niños. Se trata del segundo tiroteo con más víctimas en un centro educativo en la historia reciente de Estados Unidos.

"La policía nos dijo que nos abrazáramos unos a otros, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos. Solo los abrimos al salir del colegio", ha explicado una niña de 9 años que ha salido escoltada de la escuela por la policía en declaraciones al diario local Hartford Courant.

"Oí golpes muy fuertes. Pensamos que alguien estaba golpeando algo. Hemos oído un montón de disparos y a alguien decir: 'Las manos en alto'. Y también: 'No disparen'. Tuvimos que meternos en el armario. Entonces alguien vino y nos dijo que corriéramos por el pasillo. Había policías en cada puerta y un montón de gente llorando y gritando", cuenta otro niño de 9 años en un testimonio recogido por el New York Times.

El pánico ha cundido también entre los padres de los alumnos que buscaban desesperadamente a sus hijos y pedían más información sobre lo ocurrido.

"Fue terrible", ha dicho el padre de Brenda Lebinski, quien ha corrido a la escuela donde su hija estudia tercer grado. "Todo el mundo estaba histérico -padres, estudiantes... Había niños que salían de la escuela ensangrentados. No sé si fueron fusilados, pero salían ensangrentados ", ha relatado este padre.

Richard Wilford, un padre de un alumno de la escuela, se preguntaba desesperado: "¿Qué piensa un padre dirigiéndose a una escuela donde hay un tiroteo? Es el momento más aterrador de la vida de un padre... No tienes ni idea".

Wilford ha explicad al Hartford Courant que su hijo Sandy, de unos siete años, dijo que había escuchado "cacerolas cayendo" cuando sonaron los disparos. La maestra salió a ver qué pasaba, volvió al aula, cerró la puerta y dijo a los alumnos que se agruparan todos en una esquina, relató el padre a los periodistas.

Terese Lestik, otra madre, se reconocía aliviada por haber encontrado sana y salva a Eva, su hija de cinco años. "Escuché un 'boom-boom'", ha dicho sobre el tiroteo. "Estoy horrorizada. Solo puedo rezar por cualquiera que haya resultado herido", ha declarado al diario USA Today.