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La amante del exdirector de la CIA pierde su privilegio de acceso a datos gubernamentales

  • El FBI ha encontrado información clasificada en uno de sus ordenadores
  • Se desconoce si compromete la seguridad de Estados Unidos
  • El escándalo ha salpicado a dos de los generales más respetados de EE.UU.
  • El exdirector de la CIA comparecerá este viernes por el ataque en Bengasi

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La amante del exdirector de CIA ha perdido sus privilegios de acceso a la información gubernamental mientras se investiga el escándalo que ha salpicado a dos de los generales más respetados de EE.UU, según han indicado fuentes del Gobierno estadounidense a la cadena CNN.

Los investigadores han encontrado información clasificada en uno de los ordenadores de Broadwell durante el registro que hace dos días realizó el FBI en su casa de Charlotte (Carolina del Norte). Se desconoce si la información encontrada podía poner en riesgo la seguridad nacional.

Mientras el exdirector de la CIA ha asegurado a un oficial militar retirado que trabajó con él que nunca compartió información clasificada con su amante. La pasada semana, el director de la CIA dimitió tras una investigación del FBI que destapó una infidelidad con su biógrafa, graduada en la academia militar de West Point.

El FBI descubrió el romance entre ambos, casados y con hijos, cuando Jill Kelley, una amiga de la familia Petraeus que organizaba en Tampa eventos sociales con militares, denunció a un agente del FBI conocido suyo que estaba recibiendo correos anónimos amenazantes. Una investigación que llevó al FBI a la cuenta de Paula Broadwell y al descubrimiento de la infidelidad del director de la CIA.

Por otro lado, el agente del FBI, que inició el caso y que ha sido identificado como Frederick W. Humphries II por el New York Times,  fue apartado del caso por involucrarse emocionalmente con Jill kelley, a la que envió fotos suyas con el torso desnudo. Humphries, de 47 años, es un veterano investigador de antiterrorismo a quienes sus colegas describen de "fuerte carácter", agresivo y con amplia experiencia en la agencia federal.

"Fred es el tipo de colega apasionado. Es un poco obsesivo. Si muerde algo, es como un bulldog", señala el rotativo citando a unos compañeros de trabajo.

Esto explica que tras ser apartado y temiendo que el caso fuera silenciado, acudiera al congresista republicano David Reichert, que a su vez informó del asunto a finales de octubre a la oficina del líder de la mayoría republicana en la Cámara de los Representantes, Eric Cantor.

Es destacable que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama,  se enterara de la investigación del FBI un día después de su reelección, según la Casa Blanca.

Allen quiere cooperar "completamente"

En los últimos días la investigación se ha complicado tras conocerse que el responsable de las tropas de la OTAN en Afganistán, el general John Allen, escribió también correos “inapropiados” a Jill Kelley, la mujer que denunció el ciberacoso de Broadwell.

El general John Allen, cuyo nombramiento como máxima autoridad militar de la OTAN en Europa está en suspenso, se ha ofrecido a "cooperar completamente" con la investigación que escudriña entre 20.000 y 30.000 documentos.

"Debido a que existen cuestiones acerca de determinadas comunicaciones del general Allen, él comparte su deseo de resolver estas dudas tan rápido y completamente como sea posible", ha indicado el abogado de Allen, en un comunicado distribuido a la prensa estadounidense.

Según la cadena FOX, los correos electrónicos que Allen, de 58 años, casado y padre de dos hijas, escribía a Jill Kelley no eran simples “flirteos” sino más bien como un "teléfono erótico" por su contenido sexual explícito.

Comparecencia de Petraeus sobre Libia

Todavía planean muchas dudas sobre la información clasificada que la amante del exdirector de la CIA tenía en su poder. El pasado octubre, Broadwell sugirió públicamente que David Petraeus manejaba información que apuntaba a que el grupo de libios, que atacaron el pasado 11 de septiembre el consulado estadounidense en Bengasiintentaban rescatar a prisioneros de guerra en un edificio anejo de la CIA.

Autoridades libias acusan del atentado a miembros del antiguo régimen, leales a Gadafi, y han pedido disculpas a Washington por esta muerte. El ataque se cometía pocas horas después de que otro grupo de islamistas asaltara la embajada americana en El Cairo. Detrás de los ataques está la emisión de un vídeo en una televisión estadounidense que, según los manifestantes, insulta al profeta Mahoma.

La CIA lo ha negado y ha rechazado que hubiera cárceles clandestinas en Libia "antes, durante o después" de ese ataque. El exdirector de la CIA comparecerá este viernes ante el Congreso sobre este asunto, según ha informado el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Una comparecencia que ya estaba prevista para este jueves antes de que Petraeus anunciara su dimisión.

"Petraeus ha indicado su voluntad (de declarar). Tiene muchas ganas de venir ante la comisión así que vamos a trabajar en los detalles", ha comentado la senadora Feinstein.