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EE.UU. traspasa el control de la prisión de Bagram al Gobierno afgano

  • La controvertida prisión alberga a más de 3.180 prisioneros
  • El traspaso fue clave para el acuerdo de asociación estratégica entre EE.UU. y Afganistán

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Estados Unidos han transferido de manera oficial este lunes al Gobierno de Afganistán el control de la controvertida prisión de Bagram
Estados Unidos han transferido de manera oficial este lunes al Gobierno de Afganistán el control de la controvertida prisión de Bagram

Estados Unidos han transferido de manera oficial este lunes al Gobierno de Afganistán , y que fue instalada hace más de una década en el norte de la capital afgana, Kabul. El traspaso del control del centro penitenciario fue clave para lograr un acuerdo de asociación estratégica entre el Gobierno de Hamid Karzai y Washington.

“Hoy, 3.182 detenidos han sido transferidos a la policía militar”, ha manifestado a Afp el comandante de las fuerzas de la policía afgana, Safiullah Safi, tras la ceremonia de entrega del control de la prisión que se ha celebrado este lunes.

Instalada desde hace más de diez años junto a la enorme base de EE.UU. en Bagram, a unos cien kilómetros al norte de Kabul, la prisión se ha convertido en un símbolo de la ocupación de las tropas estadounidenses en el país tras la guerra de 2001 tras los atentados del 11-S.

Símbolo de la ocupación

En numerosas ocasiones, organizaciones defensoras de derechos humanos, como Amnistía Internacional, han criticado a las fuerzas de EE.UU. acusándolas de recluir a “centenares de personas, entre ellas menores de edad, sin accesor a abogados ni a tribunales”.

El pasado 9 de marzo, el gobierno de Hamid Karzai anunció un acuerdo alcanzado por que el que se traspasaba el control del centro penitenciario, que se convirtió en uno de los requisitos planteados por Kabul para firmar un acuerdo de asociación estratégica a largo plazo entre Estados Unidos y Afganistán.

Karzai pone condiciones para un acuerdo estratégico entre Afganistán y EE.UU.

Las tropas de la OTAN están en pleno proceso de retirada progresiva de Afganistán, en el marco de un plan que recoge la transferencia de las responsabilidades de seguridad al Ejército y Policía afganos. El proceso de repliegue debe concluir, si se cumplen los plazos previstos, en 2014.

Negociaciones con los talibanes

Por otras parte, el instituto de investigación Royal United Services Institute (RUSI) de Londres ha divulgado este lunes un informe en el que asegura que los líderes talibanes estarían dispuestos a negociar un alto el fuego en Afganistán y aceptarían una presencia militar a largo plazo de EE. UU., como parte de un acuerdo de paz.

El documento, que asegura que está basado en entrevistas con talibanes y negociadores, indica que dicho líderes están determinados a dar un paso decisivo con la red Al Qaeda como parte del acuerdo y están abiertos a iniciar conversaciones sobre la educación de la niñas.

De acuerdo con el informe, los insurgentes talibanes no quieren negociar con el Gobierno de Kabul porque consideran que tiene antecedentes de corrupción y no confía en él a la hora de convocar unas elecciones justas.

El documento, titulado Perspectivas de los Talibanes sobre la Reconciliación, es resultado de unas entrevistas con varios miembros talibanes cuyas identidades no revela, de los cuales dos fueron ministros del antiguo gobierno de ese grupo.

Uno de ellos es considerado muy próximo al líder talibán Mohammad Omar y otro sería un negociador de estos insurgentes. "Los talibanes estarían abiertos a negociar un alto el fuego como parte de un acuerdo general", "medidas para crear confianza" y "el principal asunto de la distribución del poder político en Afganistán", indica el informe.

"Un alto el fuego requeriría una fuerte justificación islámica", agrega el texto. El informe resalta que los insurgentes estarían "preparados para aceptar una presencia militar de EE. UU. a largo plazo en Afganistán", pero siempre que no afecte su "independencia y religión".

Uno de los autores del informe, Michael Semple, ha manifestado al diario The Guardian que una parte de los talibanes cree que "no hay perspectivas de una victoria militar y entonces un alto el fuego tendría sentido".