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El papa arremete contra el narcotráfico y dice que el marxismo está superado

  • El presidente mexicano, Felipe Calderón, ha recibido al pontífice
  • Éste es el segundo viaje del papa a Latinoamérica, que visita Cuba el lunes

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Primera visita de Benedicto XVI a México y segunda a Iberoamérica

El papa Benedicto XVI ha llegado este viernes a México, el segundo país con más católicos en el mundo, para realizar una visita apostólica de tres días como parte de una gira que el lunes próximo le llevará a Cuba. Este es el segundo viaje de Benedicto XVI a Latinoamérica, tras la visita que hizo a Brasil en 2007.

Tras 14 horas de vuelo desde Roma, el Papa ha aterrizado poco  antes de las 16.30 hora local (23.30 hora española) en el aeropuerto de la  localidad de Silao (Estado de León), donde ha sido recibido por el  presidente de la República mexicana,  Felipe Calderón, junto con el  al arzobispo de León.

Benedicto XVI ha arremetido contra el crimen organizado que sufre México, ha afirmado que la ideología marxista ya no responde a la realidad y subrayó que la Iglesia no es un poder político, ni un partido sino una realidad moral, al tiempo que reivindicó el derecho a la libertad religiosa.

Paz y lucha contra el narco

El Obispo de Roma destacó la defensa de la libertad religiosa, exhortó a los mexicanos a fortalecer la convivencia pacífica y a luchar, con la contribución de la Iglesia, contra el narcotráfico.

los cubanos les lanzó un mensaje de esperanza y reiteró la colaboración "constructiva" de la Iglesia con las autoridades de la isla.

Benedicto XVI recordó las famosas palabras de Juan Pablo II en La Habana en 1998 "Que Cuba se abra al mundo y el mundo a Cuba" y dijo que las mismas tienen "absoluta vigencia".

"La visita de Juan Pablo II", dijo, "abrió un camino de colaboración y de diálogo constructivo entre la Iglesia y el Estado. Ese camino es largo y exige paciencia para que vaya hacia adelante, pero la iglesia desea seguir colaborando".

Benedicto XVI subrayó el papel que la Iglesia quiere jugar en favor de una mayor apertura en la sociedad y en la política.

El marxismo no funciona

"Es evidente que hoy en día la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad y si no se puede construir un tipo de sociedad es necesario encontrar nuevos modelos, con paciencia y de forma constructiva", afirmó.

"Ese proceso -prosiguió- exige paciencia y decisiones y queremos ayudar con espíritu de diálogo para evitar traumas y contribuir a una sociedad más justa.

Para que no quedara duda de su apuesta por la libertad, el papa agregó que "es obvio que la Iglesia está siempre de la parte de la libertad, de la parte de la conciencia y de la libertad de religión y en ese sentido continuaremos con nuestro camino hacia adelante".

Benedicto XVI también se refirió a la violencia debida al narcotráfico que sufre México, que se ha cobrado en los últimos cinco años unos 50.000 muertos, y dijo que la Iglesia católica tiene una gran responsabilidad para educar las conciencias.

"Hay que hacer todo lo posible contra este mal destructor de la humanidad y de nuestra juventud. La primera cosa es anunciar a Dios, el juez que nos ama y nos empuja al bien y a la verdad y a luchar contra el mal", refirió.

Y añadió: "La Iglesia católica tiene que educar las conciencias, educar en la responsabilidad moral y desenmascarar el mal. También tiene que desenmascarar la idolatría del dinero que esclaviza al hombre y desenmascarar las falsedades, las mentiras y el engaño".

Saludable a sus 84 años

Contento, presentando buen estado de salud y desafiando las más de catorce horas de avión para una persona de casi 85 años, el papa llegó a León, en el centro del país y centro del catolicismo mexicano, donde fue recibido por el presidente, Felipe Calderón, y decenas de miles de personas -entre 600.000 y 700.000, según el portavoz vaticano, Federico Lombardi- que le acogieron a lo largo de todo el recorrido desde el aeropuerto al Colegio Miraflores, su lugar de residencia.

"Vengo como peregrino de fe, esperanza y caridad, para confirmar a los fieles en la fe y animarlos a revitalizar los sacramentos y la coherencia de vida", fueron sus primeras palabras.

El papa agregó que así podrán contribuir a una convivencia pacífica y respetuosa, "basada en la ingualable dignidad del ser humano, creado por Dios y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar".

El papa exhortó a los mexicanos a avanzar sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el derecho del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia y les dijo que pedirá a Dios y la Virgen de Guadalupe por todos aquellos que sufren resentimientos y diversas formas de violencia.

Benedicto XVI, que según precisó Lombardi, está "con buena salud y en condiciones fantásticas", se reunirá ha reunido este sábado, con el presidente Calderón en Guanajuato y después saludará a varios miles de niños reunidos en la plaza central de esa ciudad.

Ante el descenso del número de católicos en este país, Joseph Ratzinger ha asegurado que desea afianzar la fe de los mexicanos  y revitalizarla con la escucha de la palabra de Dios.

"Un gran significado en horas aciagas"

Por su parte, el presidente mexicano, Felipe Calderón, que ha encabezado la delegación de bienvenida al papa ha afirmado que esta visita "adquiere un significado enorme en las horas aciagas" que atraviesa la nación.

"México se siente honrado por ser la primera nación de habla hispana que usted visita en el continente americano", ha asegurado Calderón, al que se le ha acusado de rentabilizar la visita de Benedicto XVI a escasos meses para las presidenciales en este país.

Además, Calderón ha aludido a que México también ha sufrido la crisis  económica y "la violencia despiadada y descarnada de los  delincuentes, el crimen organizado", junto con "sequías e  inundaciones sin precedentes, además de epidemias y terremotos".

En todo caso, Calderón ha resaltado que su nación es un "pueblo  fuerte, perseverante en la esperanza y la solidaridad". "Somos un  pueblo que tiene valores y principios que cree en la familia en la  libertad en la justicia en la democracia. Fuertes como la roca", ha  destacado.

En concreto, ha recordado que hay 93 millones de católicos  mexicanos, muchos de los cuales han emigrado a Estados Unidos en  busca de mejores condiciones para sus familias.