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Garzón, 30 años de lucha contra el genocidio y el terrorismo

  • El Supremo ha terminado con una carrera de casi 22 años en la Audiencia
  • En el 93 paso brevemente a la política de la mano de Felipe González
  • En el 98 ordenó la detención del dictador chileno Augusto Pinochet
  • En el 2002 promovieron su candidatura al Premio Nobel de la Paz

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La trayectoria de Baltasar Garzón no deja a nadie indiferente

Baltasar Garzón Real, condenado por el Tribunal  Supremo a 11 años de inhabilitación por autorizar las conversaciones  en prisión de los imputados del caso 'Gürtel' con sus abogados,  ingresó en la carrera judicial en 1981 y ejerció como magistrado  instructor de la Audiencia Nacional durante casi 22 años, desde 1988  hasta el 14 de mayo de 2010.

Ese día Garzón bajó por última vez las escaleras de la Audiencia  Nacional con lágrimas en los ojos y entre el aplauso de los  funcionarios de su juzgado, tras ser suspendido por el Consejo  General del Poder Judicial (CGPJ) a raíz de la decisión del juez  Luciano Varela de dictar la apertura de juicio oral contra él por  declararse competente para investigar los crímenes cometidos durante  la Guerra Civil y el franquismo.

Garzón, segundo de una familia de cinco hermanos, nació en Torres  (Jaén) el 26 de octubre de 1955 en el seno de una familia de  agricultores. Tras licenciarse en Derecho en la Universidad de  Sevilla en 1979, asumió su primer destino en el juzgado de la  localidad onubense de Valverde del Camino.

Su desembarco en la Audiencia Nacional se produjo el 29 de enero  de 1988, fecha desde la que asumió el Juzgado Central de Instrucción  Número 5. En sus primeros años en el tribunal centró su labor en la  lucha contra la banda terrorista ETA, siendo el primer magistrado que  se desplazó a Francia para interrogar a etarras, y la persecución del  narcotráfico gallego, lo que comenzó a darle notoriedad gracias a  operaciones como la 'Nécora'.

Su breve paso por la política

En 1993, Garzón hizo un paréntesis en su carrera judicial y aceptó  el encargo de Felipe González para entrar en política como número dos  de las candidaturas del PSOE por Madrid. Tras las elecciones, que el  líder socialista ganó tras centrar su discurso en la lucha contra la  corrupción, Garzón fue nombrado secretario de Estado del Plan  Nacional contra las Drogas.

Decepcionado por su paso por la política, se reincorporó a la  Audiencia Nacional en mayo de 1994, donde comenzó a investigar el  terrorismo de Estado de los GAL por el que fueron condenados el ex  ministro del Interior José Barrionuevo y su secretario de Estado para  la Seguridad, Rafael Vera.

En 1998 el magistrado saltó a la fama internacional cuando ordenó  la detención del dictador chileno Augusto Pinochet cuando se  encontraba realizando una visita médica a Londres. Esta actuación  puso la primera piedra de la denominada Justicia Universal, que la  Audiencia Nacional ejerce desde entonces para perseguir delitos de  lesa humanidad como los cometidos en la base estadounidense de  Guantánamo o países como China, Ruanda o Guatemala.

La lucha contra ETA

Convertido ya en juez estrella, Garzón inició entonces el cerco al  entorno de la banda terrorista ETA, con sumarios como los instruidos  contra EKIN, KAS y XAKI (18/98) -las "entrañas" de la banda, según  la sentencia de la Audiencia Nacional-, Batasuna y sus 'herriko  tabernas' (35/02) y las organizaciones juveniles Jarrai, Haika y  SEGI.

Después de que en 2002 se promoviera su candidatura al Premio  Nobel de la Paz, el juez decidió en 2005 abandonar la Audiencia  Nacional y trasladarse a Estados Unidos para dirigir dos cursos en la  Universidad de Nueva York financiados por el Banco Santander. Su  decisión de no abstenerse en el archivo de una querella presentada  contra esta entidad motivó la apertura de la segunda querella contra  el juez por parte del Tribunal Supremo.

Tras su vuelta a la sede judicial, que se produjo en 2006, Garzón  investigó al aparato de extorsión de ETA y heredó la pieza que su  sustituto, Fernando Grande-Marlaska, abrió sobre el chivatazo que se  produjo en el bar 'Faisán' de Irún (Guipúzcoa) durante una operación  policial desarrollada en pleno alto el fuego de la organización.

Las tres causas abiertas

Después de avalar con sus resoluciones el proceso de paz  emprendido por el Gobierno, Garzón se declaró competente en 2008 para  investigar los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y el  Franquismo, para lo cual llegó a pedir certificados de fallecimiento  de Francisco Franco y de los ministros de sus primeros gobiernos.

En 2009, el magistrado investigó la trama de corrupción 'Gürtel',  en la que están imputados ex altos cargos y alcaldes del PP madrileño  y llegó a ser juzgado y absuelto el expresidente de la Comunidad  Valenciana Francisco Camps.

A pesar de que durante su carrera el Supremo había rechazado  decenas de querellas contra el juez, en 2009 decidió abrirle tres  procedimientos por autorizar las escuchas de los abogados de Gürtel  en prisión con sus abogados, declararse competente para investigar  los crímenes del franquismo y cobrar de la Universidad de Nueva York  por dirigir unos cursos patrocinados por el Banco Santander y otras  grandes empresas con causas pendientes en su juzgado. Las dos  primeras acabaron en juicio oral y la última está pendiente de su  apertura.

En su declaración el pasado 17 de enero durante el juicio por las  escuchas de Gürtel, Garzón justificó esta intervención por la  necesidad de impedir que los miembros de la red delictiva continuaran  operando para blanquear capitales y evadir dinero fuera de España, y  aseguró que los letrados "eran parte nuclear" de las actividades de  la trama.

En el relativo a los crímenes del franquismo, aseguró que su  decisión de declararse competente no fue "una cuestión de ideología".  "Hice lo que tenía que hacer. Los jueces no estamos para ideologías,  cada uno tendrá la suya. Aquí no hubo ideologías", dijo. En la última  jornada del juicio, que quedó visto para sentencia este miércoles,  aseguró: "Tengo la conciencia muy tranquila".