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Hungría cede ante la UE y promete garantizar la independencia del Banco Central

  • Victor Orban da marcha atrás y dice que acepta las exigencias de la UE
  • El comisario económico de la UE pide "medidas concretas"

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Hungría está empezando a ceder ante las crecientes presiones de la Unión Europea, y su primer ministro, el conservador nacionalista Viktor Orban, ha prometido garantizar plenamente la independencia del Banco Central MNB, la principal exigencia comunitaria.

El gobierno magiar pretendía, entre otras medidas polémicas, fusionar el MNB con una nueva entidad supervisora, liderada por una persona elegida por el Gobierno, lo que provocó esta semana tres procedimientos sancionadores de la Comisión Europea contra Hungría.

En declaraciones a la prensa, Orban ha asegurado este viernes en Budapest que aceptará lo exigido por la UE y no se aplicará la polémica ley que preveía esos cambios en el banco emisor.

Tras un encuentro con el ministro de Exteriores austríaco, Michael Spindelegger, Orban ha precisado que las enmiendas pedidas por Bruselas "no tienen tanto peso".

Asimismo, ha señalado que confía en cerrar un acuerdo político con la Comisión Europea y ha vaticinado que no será difícil modificar la legislación en cuestión.

Marcha atrás en la "purga" judicial

El único punto de fricción podría ser que el consejo rector del banco emisor debe jurar la nueva Constitución que ampara esas reformas legales, ha afirmado Orban, quien cuenta con una mayoría abrumadora de dos tercios en el Parlamento.

"En los otros asuntos no pienso que haya problema", ha señalado en declaraciones a la radio pública húngara.

Según la CE, los procedimientos sancionadores pretenden combatir las reformas que van en contra de la independencia del Banco Central y de la autoridad responsable de la protección de datos.

También denuncian la decisión del ejecutivo magiar de adelantar la edad obligatoria de jubilación de los jueces a los 62 años, lo que en la práctica se traduce en una especie de "purga" que afecta a unos 250 magistrados, equivalente al 10% del total

Condiciones del préstamo

La Comisión Europea condiciona la entrega de un préstamo que Hungría necesita para sanear su maltrecha economía, una de las más golpeadas por la crisis, a la modificación de esas leyes.

Hungría ha iniciado negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y con la UE para obtener una ayuda de entre 15.000 y 20.000 millones de euros que evite la quiebra del país.

Precisamente, este viernes el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, se ha reunido con el ministro húngaro sin cartera Tamás Fellegi,  encargado de negociar  el préstamo, y le ha pedido "las promesas sean trasladadas a medidas y resultados concretos".

"Hungría debe dar  pasos concretos para garantizar la plena independencia del banco central  y el funcionamiento fiable del sistema judicial", ha afirmado el portavoz de Rehn, Amadeu Altafaj.

"Intereses altos" para no ser Grecia

En presencia del ministro austríaco, Orban ha indicado que Hungría "no quiere vivir del dinero de los austríacos", en referencia a que el país vecino es uno de sus principales inversores extranjeros.

Hungría pide de las instituciones internacionales una línea de crédito de precaución para seguir financiándose en los mercados "aunque con intereses más altos".

"No queremos ir por el camino griego, para que otros piensen que nos están manteniendo", ha afirmado Orbán.

En lo que se refiere a los impuestos extraordinarios a la banca extranjera en Hungría, introducidos en 2009, el primer ministro ha reiterado que serán "retirados el 1 de enero de 2013".

Por su parte, Spindelegger ha recalcado que en las negociaciones de este viernes ha recibido "respuestas claras" de Orbán, por lo que Austria no quiere "participar en el hostigamiento de Hungría".