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La ONU denuncia la muerte de 400 personas en Siria desde la llegada de los observadores

  • Su secretario general cree que se quiere hacer fracasar la misión
  • Los oficiales heridos, kuwaitíes, se encuentran bien
  • Según la nota oficial fueron atacados por "manifestantes no identificados"

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Más de 400 personas han sido asesinadas en Siria desde que ha comenzado la misión de la Liga Árabe en ese país, según ha informado este martes el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe.

Esta cifra de muertos ha sido facilitada por Pascoe ante el Consejo de Seguridad de la ONU, según ha explicado la embajadora de EE.UU. ante ese organismo, Susan Rice.

Este anuncio se produce el mismo día en el que la Liga ha denunciado "una campaña maliciosa" contra su misión en Siria y ha responsabilizado al régimen de Damasco de garantizar la seguridad de los observadores, tras los recientes ataques contra algunos efectivos de la delegación.

En un comunicado, el secretario general de la organización panárabe, Nabil al Arabi, ha afirmado que esta campaña, que incluye "actos irresponsables y de violencia", es un intento de "hacer fracasar la misión árabe".

Once funcionarios que participan en la misión de la Liga han resultado heridos leves en un ataque de "manifestantes no identificados", según han informado fuentes de la organización, que han condenado el incidente.

Observadores de Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Marruecos y Argelia han sido atacados cuando viajaban a la ciudad de Latakia, en la costa mediterránea.

"Manifestantes atacaron los vehículos que transportaban al equipo. Ningún lado disparó", ha afirmado el jefe de operaciones de la Liga Árabe en El Cairo, Adnan al-Khodheir.

La organización ha informado de que los observadores están bien y que "el incidente no afectará a su trabajo en Siria".

La misión pretende comprobar el cese de la represión del régimen de Damasco contra los civiles y es el primer paso de una hoja de ruta preparada por la Liga Árabe para hallar una solución pacifica a la crisis en este país.

Asad sofocará las protestas "con mano de hierro"

Esta no la primera vez que los observadores árabes se ven envueltos en un ataque desde que llegaron a Siria hace dos semanas. El pasado 29 de diciembre un grupo de la misión desplazado en la ciudad siria de Homs fue blanco de disparos también de "origen desconocido", aunque lograron salir ilesos gracias a que los vecinos les resguardaron del ataque.

En estas dos semanas y según un primer informe, la misión ha constatado que la violencia del régimen contra los manifestantes no cesa y el ejército sigue desplegado en varias ciudades sirias.

La Liga Árabe decidió este domingo que los observadores continúen en el país y solicitó apoyo político, financiero y logístico a sus países miembros para que pueda desarrollar con éxito su misión.

El ataque ha coincidido con la primera intervención pública del presidente Bachar al Asad desde la llegada de los observadores. El líder sirio ha vuelto a responsabilizar a la "conspiración exterior" de las revueltas y ha prometido sofocar la crisis "con mano de hierro". 

Más represión

Por otro lado, la represión ha vuelto a estar presente en Siria contra los civiles y ha matado al menos a 27 personas, quince de ellas en la provincia oriental de Deir el Zur, según los opositores Comités de Coordinación Local (CCL).

Las fuentes han indicado que el resto de víctimas mortales se registraron en las provincias centrales de Homs (diez) y Hama (una), y en la nororiental de Qamishly (una).

En Deir el Zur, los disparos de las fuerzas de seguridad sirias para intentar sofocar varias manifestaciones que pedían la caída del régimen de Al Asad han causado quince muertos y heridas a más de 60 personas, algunas de las cuales se encuentran en un estado muy grave.

En cuanto a las víctimas de Homs, la ciudad más castigada por la represión del régimen sirio, una de ellas es una menor que fue torturada hasta la muerte por parte de los efectivos de seguridad en el barrio de Karam el Zaytun.

Otro de los fallecimientos se ha producido al disparar las fuerzas de seguridad contra los asistentes a un funeral en el barrio de Bab Sabaa.

Mientras, en Hama, un joven de 18 años ha muerto tras haber sufrido heridas graves por los disparos de francotiradores cuando se encontraba en el tejado de su casa.

Entretanto, en la localidad de Duma, en los alrededores de Damasco, varias personas que participaban en unas exequias resultaron heridas al ser disparadas por las fuerzas de seguridad en el patio de la Gran Mezquita.

Desde que estalló la revuelta, más de 5.000 personas han muerto  por la represión gubernamental en Siria, según cifras de Naciones  Unidas, que ha alertado de que el país se dirige hacia una guerra civil.