Enlaces accesibilidad

Corea del Norte vela el cuerpo sin vida de su líder y mira a la sucesión

  • Su hijo Kim Jong-un le rinde homenaje en una "solemne ceremonia"
  • Ninguna potencia extranjera ha estado presente

Por
Preocupación de Corea del Sur por su vecino del norte

Una Corea del Norte en pleno luto por la muerte de Kim Jong-ilha mostrado este martes el cadáver del "querido líder" en su velatorio en Pyongyang, donde le ha rendido homenaje público su hijo menor, Kim Jong-un, ensalzado como sucesor por los medios estatales.

Las imágenes de la televisión norcoreana KCTV han enseñado el cuerpo del dictador sobre un pedestal de flores blancas y rojas,  vestido con el uniforme militar caqui que era una de sus señas de  identidad y cubierto con la bandera roja del Partido de los  Trabajadores.

Cientos de oficiales de luto o en uniforme militar han desfilado por  el velatorio en el Palacio Memorial de Kumsusang, a las afueras de la  capital norcoreana y donde reposan también desde hace 17 años los restos  de su padre, Kim Il-sung, fundador del país y cabeza de la poderosa  dinastía.

Acompañado de altos cargos del Partido de los Trabajadores, del  Estado y de las Fuerzas Armadas, el hijo menor y designado heredero del  dictador, Kim Jong-un, ha rendido homenaje ante sus restos en una "solemne" ceremonia, según un despacho de la agencia norcoreana KCNA.

Sin presencia extranjera

La agencia estatal, que se ha embarcado en una campaña de  enaltecimiento del sucesor y le dedica calificativos como el de  "respetado guía", ha indicado que Kim Jong-un ha guardado unos momentos  de silencio "en el dolor más amargo" ante el cuerpo del fallecido líder.

Los restos de Kim Jong-il, que durante sus 17 años de autoritarismo  hizo de Corea del Norte un país con capacidad nuclear, pero también con  una economía destrozada, permanecerán en el Memorial de Kumsusang hasta el próximo día 28, cuando se celebrará su funeral.

KCNA ha indicado que ninguna delegación extranjera ha sido invitada a la ceremonia por el líder norcoreano, que murió el sábado a causa de un infarto durante un viaje en tren, según los medios estatales.

Corea del Sur, que en un principio había evitado expresiones de  condolencia por la muerte del dictador, ha ofrecido su pésame "a los  ciudadanos norcoreanos", según ha informado la agencia local Yonhap.

El ministro surcoreano de Unificación, Yu Woo-ik, ha mostrado en este  sentido su esperanza de que el Norte "restaure la estabilidad lo antes  posible, para trabajar juntos por la paz y la estabilidad de la  península coreana".

Seúl ha asegurado que no enviará ninguna delegación  para transmitir sus condolencias a su vecino comunista, pero sí  permitirá que viajen a ese país los familiares del fallecido  expresidente surcoreano Kim Dae-jung y del expresidente del conglomerado  Hyundai Chung Mong-hun.

Diversas sensaciones

El Gobierno ha decidido hacer esta concesión, según Yu, porque el  régimen de Pyongyang envió a Seúl delegaciones cuando en 2009 falleció  Kim Dae-jung (que en 2000 protagonizó la primera cumbre intercoreana con  Kim Jong-il) y en 2003 lo hizo Chung (promotor del desarrollo  empresarial en el Norte).

En Corea del Sur, mientras tanto, la noticia de la muerte del  dictador contemplado como una de las grandes amenazas al país suscitaba  todavía este martes reacciones que iban del alivio a la alegría.

"Me siento muy feliz. Ha muerto un genocida", indicaba a Efe Lee  Woo-kwan, un oficinista de Seúl en la treintena que se ha mostrado  "indiferente" ante la posibilidad de una futura reunificación.

Para la joven Kang Hye-in, una adolescente de 14 años, Kim Jong-il era simplemente una figura "negativa" responsable "de la muerte de gente", por lo que se ha mostrado también "muy contenta" por la noticia.

La prensa local, a la espera de acontecimientos en el Norte, criticaba este martes a los servicios de Inteligencia surcoreanos,  que durante años siguieron supuestamente de cerca las actividades del  líder comunista y, sin embargo, recibieron la noticia de su muerte a  través de la televisión.

El Gobierno y el Ejército surcoreano se mantienen en estado de  alerta, aunque por el momento, aseguran, no se han detectado movimientos  irregulares en el todavía hermético vecino del Norte.