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Abdulá Saleh delega la autoridad en su vicepresidente para iniciar el traspaso en Yemen

  • Lo ha hecho a través de un decreto oficial, difundido por la agencia oficial SABA
  • Saleh todavía se encuentra en Arabia Saudí
  • Esta declaración supone un primer paso para negociar con la oposición

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El presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, ha delegado su autoridad en su vicepresidente Abd Rabbo Mansour Hadi, para negociar con la oposición el traspaso pacífico del poder en Yemen.

En un decreto presidencial, difundido por la agencia oficial yemení SABA, Saleh, que se encuentra en Arabia Saudí, otorga a su vicepresidente el permiso de suscribir la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que él se ha negado a rubricar en tres ocasiones.

Esta declaración supone una primera medida en el traspaso de poder en Yemen, donde las protestas de la oposición para pedir la salida de Saleh han comenzado a finales de enero.

Meses de negociaciones frustradas

Saleh ha estado recuperándose del atentado que sufrió en el interior de su complejo presidencial, después de haber obstaculizado hasta en tres ocasiones el proceso de transición.

Tanto Estados Unidos como Arabia Saudí, ambos objetivos de los ataques de la rama de al Qaeda asentada en Yemen, han presionado al CCG durante meses, argumentando que a medida que pasaba el tiempo, las facciones islamistas se fortalecían.

Según el analista yemení Ali Seif Hassan, esta autorización de Saleh para retomar el procesos de transición es "suficiente para asegurar que la iniciativa del CCG se lleve a cabo, así como que las elecciones presidenciales tengan lugar".

El temor de la oposición

La coalición de los grupos opositores, sin embargo, se muestra recelosa con la actuación de Saleh y cree que cualquier intento de diálogo antes de la aceptación de la iniciativa sobre la transición es una herramienta para "perder tiempo".

Por ello, la oposición alienta a los manifestantes a seguir apostando por la revolución pacífica en las calles, al menos hasta que haya una certeza de que el viejo régimen ha caído.

Hasta que el vicepresidente Hadi no firme el plan propuesto por el CCG, no se hará efectivo el plan acordado con la mediación de la ONU y en el que se prevé convocar elecciones en un plazo de tres meses.