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Scotland Yard se enfrenta a los disturbios en su momento más crítico

  • La Policía Metropolitana de Londres ha tenido que pedir ayuda a otros cuerpos
  • Descabezada desde la dimisión del comisario jefe por el caso de las escuchas
  • Queda menos de un año para que Londres acoja los Juegos Olímpicos

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Sede central de Scotland Yard en el centro de Londres
Sede central de Scotland Yard en el centro de Londres.

La Policía Metropolitana de Londres, más conocida como Scotland Yard, vive estos días la peor crisis de su historia. Los acontecimientos se suceden y arrinconan poco a poco al prestigioso cuerpo policial.

Los disturbios que comenzaron este fin de semana en el barrio de Tottenham, al norte de Londres, no han hecho más que recrudecerse y expandirse a otros barrios de la capital e, incluso, a otras ciudades británicas como Liverpool, Birmingham o Bristol.

Policías antidisturbios y agentes a caballo se enfrentan diariamente a protestas protagonizadas por bandas de veinteañeros que saquean, incendian y destruyen tiendas, autobuses y todo tipo de mobiliario urbano.

Este martes se han desplegado 16.000 agentes en la capital británica para intentar restaurar un orden que cada vez parece más lejano. En la noche del lunes se vivieron episodios de violencia sin precedentes en 14 barrios y que acabaron con 200 detenidos.

El caos y el descontrol llegó hasta el punto en el que Scotland Yard ha tenido que pedir ayuda a cuerpos y policías de otras ciudades. El cuerpo londinense se ha mostrado hasta ahora incapaz de contener el pillaje y la violencia indiscriminada.

Todo un símbolo del momento crítico que está viviendo el cuerpo de policía británico más prestigioso, una fuerza veterana con más de 32.000 efectivos y que presume de buenas relaciones con la comunidad desde su nacimiento en 1829.

Pero, a pesar de las dificultades, el comisario jefe en funciones de Scotland Yard, Tim Godwin, ha asegurado este martes en la BBC que no hay ningún plan para desplegar al Ejército ante la ola de "delincuencia, robo y violencia" actual. Lo que sí ha indicado es que estarán en las calles "en un número mucho mayor de lo habitual", por lo que, añadió, "es un día triste para Londres".

Scotland Yard sigue descabezada

El que ha hecho estas declaraciones ha sido Tim Godwin porque el cuerpo policial sigue descabezado desde la renuncia, a mediados de juliopor el escándalo de los pinchazos telefónicos del tabloide de Rupert Murdoch, News of the World. Exactamente, su dimisión vino provocada por su estrecha relación con uno de los periodistas del periódico que fue detenido por su imlicación en las escuchas.

Sin sustituto aún en el puesto, es Tim Godwin quien ocupa el cargo de comisario jefe en funciones y a quien le toca dar la cara estos días. Este martes ha asegurado que los culpables serán localizados y ha vuelto a pedir a los padres que tengan controlados a sus hijos, ya que muchos de los alborotadores son adolescentes.

Los graves altercados, que el primer ministro, David Cameron, califica como fruto de "una criminalidad pura y dura", han obligado a suspender los permisos de los agentes para que este martes participen todos en un operativo especial de seguridad.

Eso, a pesar de que al igual que el resto de funcionarios, los agentes se han visto afectados por drásticos recortes decididos por Cameron en el gasto público.

Menos de un año para los Juegos Olímpicos

Todos estos problemas de Scotland Yard se suceden cuando queda menos de un año para que la capital del Reino Unido acoja la 30 edición de los Juegos Olímpicos, que será inaugurada el 27 de julio de 2012.

Un evento que plantean un gran reto de seguridad para el cuerpo sumido en la mayor crisis de su historia y para un país que mantiene un nivel de alerta terrorista "severo".

Sin embargo, el responsable del Comité Olímpico Británico, Darryl Seibel, no ha tardado en afirmar que los disturbios no afectarán a los prepatrativos y expresó su confianza en la capacidad de las autoridades para garantizar la seguridad.