Enlaces accesibilidad

El primer ministro griego anuncia una remodelación del Gobierno

  • Papandréu había ofrecido su dimisión para formar un gobierno de unidad 
  • Los conservadores exigían renegociar las condiciones de la ayuda internacional
  • La tercera huelga general paraliza el país, con protestas frente al Parlamento

Por
El primer ministro griego anuncia la remodelación del Gobierno

El primer ministro griego, el socialista Yorgos Papandréu, ha anunciado que habrá una remodelación del Gobierno este jueves, una propuesta que va a someter este mismo jueves al voto de confianza del Parlamento. Papandréu había ofrecido este miércoles su dimisión al líder del partido conservador Nueva Democracia, Antonis Samaras, si esta decisión podía favorecer la formación de un gobierno de unidad nacional  que permitiera aprobar el plan de austeridad, necesario para que el país pueda acceder a un nuevo tramo del primer rescate, que en total asciende a 110.000 millones de euros y está financiado por la UE, el FMI y el BCE.

Papandréu llegó al poder en octubre de 2009 con un mandato de cuatro  años y hasta ahora se ha negado a adelantar las legislativas. Cuando el primer ministro socialista llegó al poder ese año descubrió  que el déficit público era más del doble del que el Gobierno de Nueva  Democracia había hecho público, pues alcanzó en 2009 el 15,4%  del PIB.

Grecia ha afrontado este miércoles la tercera huelga general en 2011, con una manifestación que ha concentrado a más de 25.000 personas frente al Parlamento. Durante las protestas se han producido enfrentamientos que se han saldado con al menos 40 heridos, de los que 35 son agentes de policía.

Los conservadores exigen que se renegocien las condiciones del rescate

Nueva Democracia exige para apoyar un gobierno de consenso que se  renegocie el acuerdo alcanzado con la Unión Europea y el Fondo Monetario  Internacional (FMI) hace un año para que Grecia recibiera un crédito de  110.000 millones de euros. A este respecto, el ministro de Desarrollo griego ha dicho que "ningún Gobierno de unidad naciona" podría renegociar las condiciones del rescate acordadas con las instituciones internacionales.

Estos contactos entre las dos mayores fuerzas políticas griegas se  producen en un momento crucial en el que Grecia debe aprobar un segundo  paquete de austeridad, con profundos recortes y mayores impuestos, para  recibir ayuda externa, en especial un quinto tramo de 12.000 millones de  euros previsto para julio.

Según el entorno de Papandréu, en las negociaciones con la oposición se  incluyen también "cambios estructurales necesarios, como la reforma de  la Constitución".

El resto de los partidos de oposición parlamentaria se han opuesto a colaborar con Papandréu.

Respaldo al paquete de medidas de austeridad

Horas antes, con ocasión de una reunión con el presidente heleno,  Carolos Papulias, en Atenas, el primer ministro ha instado a la oposición a  lograr "un entendimiento nacional" para respaldar el paquete de medidas  de austeridad exigido por la UE y el FMI.

En los frecuentes contactos telefónicos mantenidos este miércoles entre  Papandréu y el líder conservador, Antonis Samarás, el propio primer  ministro propuso retirarse del cargo para ser sustituido por "alguien de  común acuerdo", según han informado en Atenas fuentes cercanas al  jefe del Ejecutivo.

Estas declaraciones se producen después de que  Samarás, el líder de Nueva Democracia, afirmase a la prensa helena que  en un gobierno de unidad "Papandreu no podría ser el primer ministro".

Grecia está pendiente del acuerdo del Eurogrupo que dé luz verde a un segundo plan de rescate financiero, sobre el que los ministros de Finanzas no lograron un consenso este martes, en una reunión extraordinaria celebrada en Bruselas. El debate se centra en la forma de pago del nuevo rescate. Alemania defiende la participación obligatoria de los inversores privados, mientras el BCE, Francia y otros países como España prefieren que la participación de inversores privados sea voluntaria.

El país heleno afronta además el repunte de la presión sobre su deuda, ante la incertidumbre de los inversores sobre una posible reestructuración de la deuda helena, que hasta el momento ha sido descartada por las autoridades europeas, aunque el Gobierno alemán ha planteado la posibilidad de que se aplace la devolución de la deuda a los bancos alemanes, que son los principales acreedores de la deuda soberana griega.