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Keiko Fujimori, una candidata presidencial a la sombra de su padre

  • Tiene 35 años y es la mayor de los cuatro hijos del expresidente
  • El fujimorismo tiene un 20% de apoyo a nivel nacional, según las encuestas

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Peru's presidential candidate Fujimori smiles during her closing campaign rally in Lima
La candidata presidencial de Perú, Keiko Fujimori, durante el cierre de campaña en Lima.

Ha construido toda su carrera política a la sombra de su padre y ha hecho de su apellido su seña de identidad; no en vano su movimiento se llama "fujimorismo" y basa su programa en la reivindicación del legado del expresidente preso.

Keiko Sofía Fujimori Higuchi, de 35 años, nació en Lima y es la mayor de los cuatro hijos del matrimonio entre el expresidente Alberto Fujimori y la empresaria Susana Higuchi, ambos de ascendencia japonesa.

Al igual que sus hermanos, Keiko estudió en el colegio privado Sagrados Corazones de la Recoleta de Lima y luego siguió su educación profesional en EE.UU. en la carrera de Administración de Empresas.

Asumió el papel de Primera Dama

En 2004 obtuvo la maestría en administración de la Universidad de Columbia y ese mismo año se casó con el estadounidense Mark Vitto Villanella, un excompañero de estudios, con quien tuvo a sus dos hijas Kyara, de 3 años, y Kaori, de uno.

En 1990 era apenas una adolescente cuando llegó al Palacio de Gobierno como primogénita de Alberto Fujimori, pero las desavenencias entre sus padres, que terminaron divorciándose en 1994, le hicieron asumir el papel de Primera Dama a sus 19 años.

Como tal, tuvo su bautismo internacional al representar al Perú en la Cumbre de las Américas realizada en Miami en 1994. Durante el segundo periodo de su padre (1995-2000), Keiko Fujimori se mantuvo fiel en su cargo y acompañó al mandatario en una serie de eventos alrededor del mundo.

Keiko siempre ha sostenido que no estuvo de acuerdo con la reelección de su padre y que también se opuso a la presencia del asesor presidencial Vladimiro Montesinos como principal consejero de su padre y muñidor de una intrincada red de corrupción.

Vladimiro Montesino busca conseguir el indulto excultamdo al ex presidente de Perú, Alberto Fujimori

En el año 2000, cuando su padre se autoexilió en Japón por varios años para evitar las denuncias en su contra, Keiko Fujimori se dedicó a culminar sus estudios superiores en EE.UU. y regresó a Lima para casarse en 2004 y luego asumir el liderazgo de los diversos partidos políticos afines a su padre, que se crearon consecutivamente desde 1990.

El mejor momento político de Keiko Fujimori llegó en las elecciones legislativas de 2006 cuando ganó su escaño en el Congreso unicameral con la votación más alta del país,  y se convirtió en la portavoz de su partido Alianza por el Futuro.

Apoyo incondicional a su padre

Sin embargo, su alegría quedó oscurecida por la detención de su padre en Chile, medio año antes en noviembre de 2005, y el proceso de extradición que se inició para procesarlo en Perú por delitos de lesa humanidad y corrupción.

A su paso por el Parlamento, Keiko Fujimori planteó la pena de muerte para los violadores de menores que les causen la muerte y para los asaltantes que maten a sus víctimas, entre otros proyectos de reducción de beneficios carcelarios.

Acompañada por sus hermanos, la legisladora Fujimori asistió al juicio público abierto contra su progenitor y declaró que la sentencia de 25 años de prisión dictada en su contra iba a ser "un búmerang" contra sus perseguidores. "Si pensaban que con esto derrotaban al fujimorismo, es todo lo contrario", afirmó Keiko Fujimori el 8 de abril de 2009, día en que se leyó la condena contra el ex mandatario.

El tribunal considera probado que ordenó dos matanzas en las que murieron 25 personas.

El fujimorismo es una de las fuerzas en el Congreso peruano que se ha mantenido más unida y actualmente está respaldado por un 20% de apoyo a nivel nacional para su candidata presidencial, según diversas encuestas.

Keiko ha asegurado que confía en que su padre será absuelto por los tribunales, y ha negado tener intención de indultarlo si alguna vez llega a la Presidencia, una idea sólidamente instalada entre la opinión pública peruana.