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Japón valora limitar la venta de productos agrícolas de la zona de Fukushima

  • No quiere perjudicar a los cultivos no contaminados
  • Han encontrado leche y espicanas con niveles radiactivos
  • El Gobierno ha enviado expertos a la zona

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Trabajan para refrigerar Fukushima

Japón considera si prohibe las ventas de productos de alimentación de cerca de Fukushima debido a la contaminación por un elemento radiactivo ya que puede plantear un peligro para la salud a corto plazo, según ha dicho la agencia taómica de las Naciones Unidas.

Esto sería, han añadido,  otra medida "crítica" para responder a la contaminación de alimentos, que se sumaría a la de la Agencia de Energía Nuclear Internacional (la OIEA) del pasado 16 de marzo en la que se recomendó que la gente que abandona el área debería ingerir el yodo estable.

Estas declaraciones vienen tras haberse detectado altos niveles de radiactividad en leche y productos agrícolas cerca de la central nuclear de Fukushima, un anuncio que ha hecho el Ejecutivo nipón este sábado, aunque ha asegurado que la contaminación "no supone riesgo inmediato".

El jefe de Gabinete del Gobierno japonés, Yukio Edano, ha  reconocido que varios alimentos procedentes de las prefecturas  afectadas por los escapes de la planta nuclear Fukushima-1 presentan  niveles de radiación muy por encima del nivel legal, en rueda de prensa.

Edano ha informado de que la leche procedente de la prefectura de  Fukushima y de las espinacas  recogidas en la prefectura de Ibaraki  presentan un contenido  radiactivo superior a lo estipulado por la Ley  de Higiene Alimentaria  de Japón, según declaraciones recogidas por la  agencia de noticias  oficial Kiodo.

También ha indicado que el Ejecutivo tomará las medidas adecuadas y no descarta posibles limitaciones en la distribución de productos de la zona.

Detectados indicios de yodo en el agua de Tokio

También se han detectado indicios de yodo radiactivo en el agua de Tokio y sus alrededores, aunque con niveles que están muy por debajo del límite legal, según fuentes del Ministerio japonés de Ciencia.

TEPCO, empresa que opera la central de Fukushima, a unos 250 kilómetros al noreste de Tokio, ha pedido disculpas a la población por los restos de radiación detectados en los alimentos y ha señalado que está dispuesta a asumir la responsabilidad.

Edano ha asegurado que el Gobierno continuará recopilando datos sobre niveles de  radiación en alimentos para coordinar sus políticas y evitar que se  extiendan rumores que afecten injustamente a otros productores locales.

Este anuncio se produce en medio de las preocupaciones sobre la posible exposición de la población a la radiactividad tras el accidente nuclear de la central de Fukushima, afectada por el terremoto y tsunami del día 11.

El Ministerio de Sanidad ha enviado expertos a Fukushima y a la vecina provincia de Ibaraki para que realicen una investigación sobre el terreno, mientras las autoridades provinciales estudian qué medidas adoptar.

La OIEA confirma nivel de gravedad 5 en tres reactores

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha informado de que "aunque el yodo radiactivo tenga una media de vida corta de aproximadamente 8 días y decaimientos natural de semanas, hay un riesgo a corto plazo de la salud humana si el yodo radiactivo es absorbido por el cuerpo humano, a través de alimentos".

La OIEA también ha confirmado este sábado que el nivel de gravedad del accidente en la planta nuclear japonesa Fukushima Daichi (o Fukushima 1) ha sido elevado de 4 a 5 para los reactores 1, 2 y 3; y sigue en 4 para el reactor 4.

Tras describir los daños y el estado en los reactores, el OIEA resalta que se procedió a la evacuación de la población en una zona de 20 kilómetros de radio alrededor de Fukushima 1.

Además,  se ha instado a la población residente en un radio de hasta 30 kilómetros a permanecer en recintos cerrados y se recomendó a las autoridades "ordenar a la población evacuada de la zona de 20 kilómetros alrededor de Fukushima 2, la ingestión de yodo estable (no radiactivo)".

Para este fin, se dispuso de píldoras y jarabe (para niños) en los centros de evacuación.

Las dosis recomendadas, dependiendo de la edad,  fueron de 12,5 miligramos (mg) para un recién nacido, 25 mg para un menor de entre un mes y 3 años de edad, 38 mg para una edad de entre 3 y 13 años y 76 mg para individuos de entre 13 y 40 años, mientras que para las personas mayores de 40 años se consideró "no necesario" suministrarles yodo.

El OIEA confirma que los niveles de radiación cerca de Fukushima 1 y en otras zonas han subido desde que se dañaron los reactores, si bien asegura que los índices en Tokio y otras áreas fuera del radio de 30 kilómetros en torno a la planta de Fukushima se han mantenido lejos de los niveles que requerirían activar una protección.

"En otras palabras, no representan un peligro para la salud humana", señala la nota, siempre según la información de Japón.

"En la planta Fukushima 1, los niveles de radiación se dispararon tres veces desde el terremoto (del 12 de marzo), pero a partir del 16 de marzo se han estabilizados a niveles que, si bien son significativamente más altos que los normales, están dentro de un margen que permite a los operarios continuar en el lugar para llevar a cabo las tareas de recuperación, concluye el OIEA.