Huelga general en Costa de Marfil, al borde una nueva guerra civil

• El ultimátum de tres presidentes africanos a Laurent Gbagbo no ha servido
• Gbagbo sigue sin reconocer el triunfo electoral de Ouattara
• La huelga general indefinida convocada por Ouattara paraliza la capital

Huelga general en Costa de Marfil

La violencia y la tensión se recrudece en Costa de Marfil, donde Laurent Gbagbo sigue negándose a entregar la presidencia a Alassane Ouattara, ganador de los comicios del pasado 28 de noviembre,  y donde la huelga general convocada por éste último está haciendo estragos en la capital.

Los transportes y las tiendas de la capital marfileña, Abiyán, han echado el cierre ante la huelga general indefinida convocada por el candidato ganador. Los alimentos empiezan a escasear y algunos como la carne, la leche y el azúcar han duplicado sus precios. 

Un ataque de una turba contra un convoy de la Operación de Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI), en uno de los barrios más populares de Abiyán, y el ataque a uno de los "cascos azules", que resultó herido con un machete, ha aumentado la tensión en el país, al borde de la guerra civil.

Ya son 200 los muertos desde que se desató el conflicto.

Sin solución diplomática

De nada ha servido la visita de los tres presidentes de Cabo Verde, Sierra Leona y Benin, que han dado a Gbagbo un ultimátum para que reconozca la presidencia a Ouattara, a riesgo que la CEDEAO utilice la fuerza para sacarlo del poder.

Aumenta la preocupación de que el país camine hacia la guerra civil. La mediación de la Unión Africana para que el presidente Gbagbó reconozca su derrota en las elecciones del mes pasado ha fracasado y eso podría abrir la puerta a una intervención militar internacional.

Gbagbo ha ido más lejos y ha dicho que cortará las relaciones con los países que reconozcan a los embajadores enviados por Ouattara.

Cerca de 20.000 personas han huido en los últimos días de Costa de Marfil a Liberia por temor a que el estancamiento político del país desemboque en una guerra civil, según ha informado la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).