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EE.UU. pide a China que lidere la crisis entre las dos Coreas tras el ataque de Pyongyang

  • Asegura que su influencia es "fundamental" para encaminar la situación
  • Considera que ha sido un ataque aislado y relacionado con la sucesión

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El ataque norcoreano trató de reforzar la imagen del sucesor al régimen comunista

El Gobierno de EE.UU. espera que China use la influencia que tiene sobre Corea del Norte para reducir las tensiones tras el ataque norcoreano contra una isla surcoreana, y envíe un "claro mensaje" de que tiene que cesar sus provocaciones.

"China es fundamental para impulsar a Corea del Norte hacia un cambio de dirección radical", ha declarado a la prensa el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.

"Corea del Norte es un país soberano y hará lo que quiera, sea lo que sea, pero China tiene influencia y esperamos que la utilice para, primero, reducir las tensiones como resultado de las provocaciones norcoreanas y, segundo, para seguir alentando a Corea del Norte a dar pasos hacia la desnuclearización", ha señalado.

Pekín, principal aliado del régimen norcoreano, ha expresado su  "preocupación" por la situación creada entre las dos Coreas después del  ataque y este miércoles ha llamado a la "calma", mientras que EE.UU. ha condenado con  firmeza la acción, que ha considerado "indignante".

Crowley, ha afirmado que Corea del Norte "no debería ser capaz de consolarse con ninguna declaración pública".

La sucesión como telón de fondo

Washington considera que China "tiene sus propios intereses en la paz y estabilidad" en la región y que los socios del diálogo nuclear a seis bandas (EE.UU., China, Japón, Rusia y las dos Coreas) tienen que hacer todo lo que pueden para cambiar los cálculos de Pyongyang.

Para EE.UU.  el ataque norcoreano sobre la isla surcoreana de Yeonpyeong que, según Seúl ha dejado cuatro muertos,  ha sido un ataque aislado y no hay que enmarcarlo en un campaña más amplia orquestada por el régimen comunista.

No ha sido un acto de guerra, sino un ataque aislado

"No vemos a Corea del Norte preparándose para una confrontación militar extendida. Eso es lo que no lo hace un acto de guerra. Es una violación del armisticio, entre otras cosas y un único ataque premeditado, pero no un acto de guerra", ha matizado Crowley.

Sin embargo, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el almirante Mike Mullen, considera que la operación podría estar relacionada con la sucesión del presidente Kim Jong-II,  ya que hace apenas dos meses, el joven Kim Jong-un,  de 27 años, fue ascendido a general de cuatro estrellas y nombrado vicepresidente de la Comisión de Defensa Nacional, un claro reflejo de que no tardará en asumir el poder.

El ministro surcoreano de Defensa, Kim Tae-young, también ha apuntado a que Corea del Norte ha llevado a cabo una maniobra deliberada para mostrar el liderazgo del hijo menor del dictador norcoreano.