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Los 'árboles dinosaurio' siguen vivos

  • Son ejemplares vivos que se creían extinguidos desde el periodo jurásico
  • Actualmente los han bautizado como los 'pinos de Wollemi'
  • Sólo se conocían por fósiles de hace 90 millones de años

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

En 1994 un guardabosques llamado David Noble estaba paseando por uno de los lugares más recónditos del parque nacional que vigilaba, el de  Wollemi, en Australia, cuando tuvo una visión increíble. Era un grupo de árboles que se creían extinguidos desde el Jurásico, los hoy bautizados como 'pinos de Wollemi'.

Noble, imaginen, se quedó maravillado. Localizó una población de 40 ejemplares. Altísimos, algunos de 40 metros de altura, con hojas perennes de color azulado y con la corteza, según dicen los expertos, muy parecida a las tabletas de cereales con chocolate.

Encontrar a poco más de 100  kilómetros de una gran ciudad como Sidney, un pino que solo se conocía por fósiles de hace 90 millones de años es como encontrarse un tiranosaurus rex vivo. De hecho popularmente se les llama árboles dinosaurio.

En jardinería 'pinos de Wollemi', pero no son pinos, en realidad pertenecen a la familia de las araucarias. Y el nombre científico eso sí, honra a su descubridor y el lugar donde fue hallado: es Wollemia nobilis.

Encontrarse uno de estos pinos es como descubrir un tiranosaurus rex vivo

El lugar exacto donde se encuentran estos pinos prehistóricos se mantiene en secreto. Solo se ha dicho que están una garganta de las Montañas Azules. 

Es una manera de preservar en buen estado este tesoro natural, de evitar que los visitantes traigan en su ropa o zapatos semillas que no son propias de ese entorno porque si germinaran podrían desplazar al pino de Wollemi.

Diferentes amenazas

Otra amenaza que pueden traer los visitantes son enfermedades, como hongos,  que parece que ya han afectado a algunos ejemplares, probablemente por alguna  persona que pasó sin autorización y sin las condiciones sanitarias correspondientes.

Si quieren ver esta joya del pasado, pueden. En España tenemos dos ejemplares de estos pinos prehistóricos. Uno está en Madrid, en el Real Jardín  Botánico-CSIC, y otro en el Botánico de Barcelona.

Aún son muy chiquititos. Medirán un metro y medio como mucho. Descienden de los ejemplares hallados en las Montañas Azules. Están germinados en el laboratorio y, son prácticamente clones.

Porque los ejemplares que forman población de Australia tienen una variabilidad genética bajísima. Es así porque al estar aislados no pudieron incorporar genes de otras poblaciones a sus descendientes antes de que se quedaran solos en la Tierra.

CIENCIA AL CUBO

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