Enlaces accesibilidad

Netanyahu desautoriza las palabras de su ministro de Exteriores ante la ONU para salvar el diálogo

  • Lieberamn dijo que la paz tardaría décadas en llegar
  • Israel se ha comprometido a cerrar un acuerdo en un año
  • La rectificación evidencia la fractura de la coalición de Gobierno

Por
El ministro de Exteriores israelí, ante la Asamblea de la ONU.
El ministro de Exteriores israelí, ante la Asamblea de la ONU.

El Gobierno israelí se ha desvinculado del discurso de su ministro de Exteriores de Israel,  el ultraderechista Avigdor Lieberman, ante la Asamblea General de la ONU en el que aseguraba que la paz con los palestinos podría "costar décadas", en un choque que pone en evidencia la división interna en el ejecutivo hebreo de cara a las negociaciones directas retomadas este mes de septiembre.

En su  intervención en representación del Estado de Israel, Lieberman ha defendido que la paz con los palestinos podría tardar "décadas en llegar" y propuso un nuevo trazado de las fronteras en la región.

"El principio que guíe el proceso hacia un acuerdo final no debe ser paz por territorios sino intercambiar territorios poblados... No hablo de trasladar poblaciones, sino de trasladar las fronteras para ajustarlas a las realidades demográficas", ha declarado Lieberman.

Más dudas

"El contenido del discurso del ministro de Exteriores ante la ONU no ha sido coordinado con el primer ministro" reza, no obstante, un comunicado oficial enviado esta tarde a los medios por la Oficina de Netanyahu a través del sistema sms.

El texto apunta que "el primer ministro (israelí) es quien dirige las negociaciones con los palestinos" y que "los asuntos que atañen al proceso de paz serán discutidos y determinados en la mesa de negociaciones y no en ningún otro lugar".

Por su parte, el portavoz de Netanyahu, Mark Regev, se ha limitado a asegurar "el Gobierno de Israel y el primer ministro están comprometidos a alcanzar un acuerdo de paz histórico con los palestinos en el plazo de un año".

El discurso de Lieberman, y su desautorización por la oficina de Netanyahu, añade confusión a la situación creada por la decisión del primer ministro israelí de no prorrogar la moratoria a la construcción en las colonias judías de Cisjordania, lo que amenaza con poner fin al proceso de paz con los palestinos.

Líder del partido de extrema derecha Israel Beitenu, Lieberman encabeza el sector más intransigente de la coalición de gobierno en Israel y desde el principio se mostró muy escéptico sobre el proceso negociador que Netanyahu y el presidente palestino, Mahmud Abas, pusieron en marcha hace menos de un mes en Washington

"Falta de confianza"

En su intervención, el jefe de la diplomacia israelí se ha referido a que "hay falta de confianza entre las partes" y que en "esas condiciones, nos tendríamos que enfocar en un acuerdo intermedio a largo plazo, lo que puede llevar décadas.

El jefe de la diplomacia israelí ha considerado que el principal obstáculo para alcanzar el acuerdo es "la fricción entre dos naciones",  por lo que el "principio que guíe el proceso hacia un acuerdo final no debe ser el de paz por territorios, sino el de intercambio de territorios poblados".

"No estoy hablando de traslado de poblaciones, sino de trasladar las fronteras para que se ajusten a las realidades demográficas", ha insistido en la tesis, que supondría que los territorios de los asentamientos de Cisjordania irían parar a Israel, algo que rechaza de plano la ANP.

Lieberman ha rechazado la idea de que los asentamientos judíos en territorio ocupado sean el principal obstáculo a un acuerdo con los palestinos, ya que, señaló, Israel firmó la paz con Jordania y Egipto pese a la presencia de colonos en territorio conquistado en la guerra de 1967.

Además, ha recordado que a cambio de la retirada de los asentamientos en Gaza, "tenemos a Hamás en el poder y el lanzamiento de miles de misiles contra Sderot y el sur de Israel".

Primero, "la cuestión" iraní

Por otro lado, el ministro israelí ha rebatido el argumento de que para afrontar el "asunto iraní", primero se debe resolver el conflicto con los palestinos.

Al contrario, ha proseguido Lieberman, para el que Irán puede "frustrar" cualquier acuerdo mediante su influencia en "organizaciones terroristas" como Hamás, la Yihad Islámica o Hizbulá.

"Por tanto, si buscamos un acuerdo perdurable con los palestinos, que aborde las verdaderas raíces del conflicto y perdure por muchos años, hay que entender que primero se debe resolver el asunto iraní", ha apuntado.

Lieberman ha negado también que existiera en Israel una división entre quienes quieren la paz y quienes prefieren la guerra, sino que las diferencias estriban en cómo alcanzar la paz, la seguridad y la estabilidad.

"Estamos dispuestos a lograr una solución justa y cooperar con la comunidad internacional. Sin embargo, no estamos dispuestos a comprometer nuestra seguridad nacional o los intereses vitales del Estado israelí", ha advertido.

Tras la decisión del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu de no ampliar la prórroga sobre los asentamientos de colonos judíos en Cisjordania que expiró el domingo, el presidente de la ANP, Mahmud Abás, dijo el lunes en París que no habrá decisión sobre la reanudación de las negociaciones hasta después de la reunión de la Liga Árabe el próximo 4 de octubre.