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Ban Ki-moon, secretario general de la ONU: "El mundo apoya a Pakistán"

  • El secretario general de la ONU visitará las zonas afectadas por la  catástrofe
  • Se entrevistará con los líderes políticos y tratará de acelerar la entrega de ayuda

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"El mundo apoya Pakistán, un país devastado por las inundaciones", ha  declarado este domingo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a  su llegada a Pakistán, donde visitará algunas de las zonas afectadas por  las inundaciones.

Ban Ki-moon se ha comprometido a movilizar a toda la ayuda  necesaria para rescatar a los casi 20  millones de personas afectadas por las lluvias monzónicas de las últimas semanas, las  peores de  su historia.

Ban aterrizó en la basea aérea militar de Chaklala, en la ciudad de Rawalpindi (cercana a Islamabad), donde fue recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Shah Mehmud Qureshi, según las imágenes difundidas por los canales paquistaníes.

Durante su estancia de un día en Pakistán, el secretario general de la ONU mantendrá reuniones con el presidente, Asif Alí Zardari, y el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, y tiene previsto comparecer ante la prensa al final de su visita, según fuentes oficiales.

El viaje de Ban a las regiones paquistaníes devastadas por las inundaciones busca llamar la atención internacional sobre la catástrofe, y acelerar la entrega de ayuda a los millones de afectados.

La ONU ha pedido 459 millones de dólares a la comunidad internacional, aunque hasta ahora sólo ha recibido una quinta parte, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).

Los últimos datos actualizados del organismo señalan que las inundaciones han afectado a más de 14 millones de paquistaníes, y provocado 1.343 muertos y 1.588 heridos.

No obstante, en su discurso con motivo del día de la independencia, el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, elevó ayer a 20 millones el número de afectados por la catástrofe. 

Aunque las aguas han retrocedido en  algunas áreas, se teme que  nuevas crecidas traigan más destrucción y  acentúen la crisis sanitaria  que ya están afrontando con recursos  limitados las agencias  humanitarias, que tienen que hacer frente a  enormes retos logísticos.