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Garzón asegura que "ninguna sociedad se ha roto" por investigar los crímenes de su pasado

  • El juez está procesado por el Supremo por investigar el franquismo
  • Las víctimas de crímenes contra la humanidad, "absolutamente marginadas"
  • Arremete contra la Iglesia del franquismo por dar "ánimos" a los torturados
  • Dirige un curso en El Escorial sobre derechos humanos en las transiciones

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El juez Baltasar Garzón ha asegurado este lunes que "ninguna sociedad se ha roto" por investigar los crímenes de su pasado, y ha dicho que el futuro de los países que "no son capaces de actuar" está en "entredicho".

Garzón,  que se encuentra precisamente suspendido  cautelarmente por el CGPJ por su procedimiento en el Tribunal  Supremo por investigar los crímenes del franquismo en España, ha hecho estas declaraciones durante su participación en una mesa redonda del curso de la Universidad Complutense en El Escorial que dirige, en la que también ha señalado que la acción de la Justicia "nunca es peligrosa".

El magistrado también ha arremetido contra le jerarquía eclesiástica durante la Guerra Civil y la posguerra por dar "ánimos" a los "torturados" a los que decía "sé paciente, hijo mío, y entrégate a Dios".

El curso aborda la problemática de los derechos humanos en procesos de transición como los de El Salvador, Argentina o Perú.

Por la mañana en la presentación, Garzón ha dicho que las víctimas de crímenes contra la humanidad están "absolutamente  marginadas" en los procesos de transición democráticos y  que "con demasiada frecuencia" las consideran "responsables de inestabilidades" a ellas y "no a los victimarios".

Esta tarde ha vuelto a insistir en sus palabras. "Si los países no son capaces de actuar hacia atrás con la fuerza de la Justicia, el futuro de esos pueblos está en entredicho", ha afirmado el magistrado, que actualmente ejerce de asesor externo de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), tras haber sido suspendido cautelarmente de sus funciones en la Audiencia Nacional.

La acción de la Justicia nunca es peligrosa

"Creo que la acción de la Justicia nunca es peligrosa, los que son peligrosos son quienes ponen en tela de juicio dicha acción, quienes no quieren que la Justicia actúe y defienden la impunidad o la autoimpunidad como mecanismo de amenaza permanente contra los ciudadanos", ha añadido el magistrado.

En este sentido, Garzón ha insistido en que la Justicia "no quebranta nada" y que "al contrario, lo que hace es cohesionar y fortalecer la calidad democrática de un pueblo" como, a su juicio, ha sucedido en Argentina y Chile.

Durante su intervención, el magistrado también se ha referido a la teoría que asegura que abrir procesos penales contra los autores de crímenes contra la humanidad resulta "peligroso", y ha dicho que es un "argumento" que utilizan aquellos que se sienten "investigados".

"La acción de la Justicia en sí no debería poner en peligro nada, lo que ocurre es que aquellos que se ven investigados y, en su caso, eventualmente juzgados,  presionan de nuevo con la fuerza que pueden tener al Estado y a las instituciones democráticas para evitar que ese enjuiciamiento se produzca", ha precisado.

De hecho, ha indicado que esa actitud se convierte en "el mismo mecanismo de presión" que utilizaban los grupos dictatoriales cuando estaban en el poder, sólo que "a través de otras vías" porque en una situación de transición política desde un régimen autoritario hasta una democracia "no pueden ser tan directos".

Garzón arremete contra la Iglesia en tiempos de Franco

Garzón ha manifestado que durante la Guerra Civil y la posguerra la Iglesia católica daba ¿ánimos¿ a los ¿torturados¿ y les decía ¿sé paciente, hijo mío, y entrégate a Dios¿.

Garzón ha dicho que la jerarquía católica expresaba ese mensaje como ejemplificación de que una cosa es ser víctima, lo cual lleva implícito ser inocente,  y otra cosa, ha añadido, es ser ¿víctima culpable¿, lo cual implica ser un ¿victimario¿.

Durante su intervención, el juez preguntó al ponente Juan José Tamayo Acosta, director de la Cátedra de Teología y Ciencias de la religión ¿Ignacio Ellacuría¿ de la Universidad Carlos III de Madrid, si ¿seguía teniendo esperanza en la jerarquía de la Iglesia¿ católica cuando ésta no se ha ¿caracterizado¿ por iniciar acciones ¿reclamando justicia¿ por el asesinato en 1989 de los seis jesuitas fallecidos en El Salvador.

El "dilema" de las transiciones democráticas

Durante su intervención por la mañana, el magistrado ha aprovechado para reflexionar sobre el "dilema" que se produce cuando un país evoluciona desde un período autoritario a una democracia.

En ese sentido, Garzón ha explicado que "en cualquier país" que se viva una situación de transición entre un gobierno dictatorial, autor de crímenes contra la humanidad, y una incipiente democracia se plantea la posibilidad de "imponer la justicia por la categoría de los crímenes cometidos" o la opción de "mirar hacia delante" al considerar que la aplicación de la ley puede resultar perjudicial.

"Quienes han encabezado y ejecutado la represión van a optar porque la mirada hacia delante sea la que se imponga, no sé si porque así interesa al país del que se trate o por la propia seguridad ante la certeza de que pueden ser objeto de enjuiciamiento por unas instituciones ya democráticas", ha añadido.

Además, el juez ha asegurado que "no se puede pretender que una comisión de la verdad supla la acción de la justicia" porque, según ha dicho, "se pierde cualquier posibilidad de comprensión lógica de estos mecanismos si se entienden como excluyentes".

"Es lógico porque los crímenes a los que estamos haciendo referencia son crímenes contra la comunidad internacional, crímenes de lesa humanidad y genocidios", ha señalado, para después añadir que "por tanto, en todos y cada uno de los casos, están excluidos de aquellas normas de perdón que interesadamente, en un momento histórico determinado, se aprueban", ha concluido.