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Kirguizistán celebrará su referéndum constitucional pese a la crisis que vive el país

  • Ha vivido un golpe de Estado hace 2 años
  • Ahora, los enfrentamientos étnicos han dejado un panorama desolador

Ver también: Ver también: ¿Qué ocurre en Kirguizistán?

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Kirguizistán celebra un referéndum para aprobar una nueva constitución

Kirguizistán se prepara para dar un nuevo paso, 5 años después de aquella "Revolución de los Tulipanes" que resultó fallida -como pudimos comprobar a comienzos del pasado mes de abril- y lo hace sobre tierra quemada. Como si no hubiera sido suficientemente dramático el golpe de Estado, hace 2 meses,  contra el presidente Kurmambek Bakíyev -ahora, en el exilio en Bielorrusia- y su oscuro clan,  tuvieron que llegar los disturbios en el sur -hace 2 semanas- entre la mayoría kirguisa y la minoría uzbeka para acabar de emponzoñar la delicada situación del país.

Persiste la inestabilidad, aunque de los 400.000 desplazados -según datos de la ONU- parece que muchos uzbekos -se habla de 70.000- ya han regresado a su casa en cenizas. Pero decenas de miles continúan refugiados en el vecino Uzbekistán o en cualquier otra parte del país. Aún así, la presidente interina del país, Rosa Otumbáyeva, se ha empeñado personalmente en que, el próximo domingo, se celebre el referéndum constitucional como estaba previsto.

La importancia del referéndum

Anularlo a la espera de tiempos más tranquilos -como le han aconsejado algunos- sería para ella reconocer el fracaso de una gestión complicada. Mantener la convocatoria a las urnas le da legitimidad o, al menos, ella pretende que los resultados legitimen su labor.

Los ciudadanos kirguises sólo tienen que responder a una pregunta: si están de acuerdo en que el poder, hasta ahora personificado en la figura del presidente, se traslade al primer ministro del gobierno. La nueva Constitución busca convertir Kirguizistán en la primera república parlamentaria de Asia Central -dejaría así de llevar tan sólo el título de "país más pobre de toda la región"-. Y, bajo la nueva Constitución, habría comicios al Parlamento el próximo otoño y Otumbáyeva permanecería en la presidencia hasta finales de 2011. Posteriormente, el Jefe de Estado sería elegido por el pueblo para un mandato único de 6 años.

No es el escenario de una posguerra, es peor

Este viernes, los miembros de las fuerzas armadas comenzaban ya a votar. Las autoridades provisionales del país quieren liberarles para que el domingo se dediquen a otra cosa: a controlar la situación.

Pero quienes critican que, después de lo que ha pasado -más de 250 muertos y 2.000 heridos más los desplazados y refugiados-, se vaya a celebrar la consulta lo hacen en parte porque,  en el sur, no existen ni las infraestructuras más adecuadas ni la predisposición de la ciudadanía a votar: muchos estarán reconstruyendo sus viviendas o buscando una... eso si han regresado. Otros, por miedo, permanecerán en casa. En el sur, en ciudades como Osh, los barrios uzbekos están separados del resto por barricadas. No es el escenario de una posguerra, es peor. No hay leyes escritas. Las armas, allí, pueden descontrolarse fácilmente.

Acusaciones enfrentadas

No lo han conseguido del todo, pero casi. El actual gobierno kirguís acusa al entorno del ex presidente Bakíyev de organizar y financiar los enfrentamientos étnicos con el fin de desestabilizar aún más a ese país pobre de importantes recursos energéticos, que es la cruel situación de muchos otros países a los que tampoco les prestamos demasiada atención. Además, es de una gran importancia geoestratégica (si no, que se lo digan a los rusos -con base militar en esa república ex soviética- ó a los estadounidenses -que cuentan con la suya propia, la de Manás, para transportar personal y material hacia sus bases de Afganistán ó que se lo digan a las mafias de la droga, que cruzan el país con sus mercancías, por cierto, desde territorio afgano principalmente).

En definitiva, que se mantiene el calendario, pero en circunstancias muy muy extrañas. De hecho, no acuden ni los observadores de la OSCE, ni siquiera los de Rusia. Naciones Unidas está trabajando en Kirguizistán con la Comisión Central Electoral para que las votaciones transcurran en un ambiente lo más tranquilo posible. Veremos. El equipo de tve en Moscú viajamos hacia allí para vivirlo en persona.