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Gobierno y PP pactan no subir la luz en julio como primer paso del acuerdo de Estado de energía

  • Tras la última subasta de empresas, se esperaba una subida superior al 4%
  • "La situación está madura para una reforma profunda", ha dicho Sebastián
  • Un grupo de trabajo estudiará los costes energéticos "lo más rápido posible"
  • Zapatero avisa de que "todos tendrán que ceder"

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Acuerdo entre Gobierno y PP para alcanzar cuanto antes un pacto de estado en materia energética

El Gobierno y el Partido Popular han alcanzado un acuerdo para suspender la subida de la luz prevista para el 1 de julio, en lo que constituye el primer paso para cerrar un pacto de Estado sobre el sector energético, otra de las grandes reformas estructurales -junto a la reforma laboral- que se acomete para luchar contra la crisis económica.

Así lo han señalado el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, que han comparecido juntos en la sede del ministerio para anunciar la creación de un grupo de trabajo que, sobre las bases de las conversaciones iniciadas a partir del Pacto de Zurbano, estudiará la revisión de la estructura energética de España sin "líneas rojas".

"Vamos a hacer una profunda revisión del sistema costes y una vez acordada, hablaremos de los ingresos del sistema", ha especificado Sebastián, que no ha querido fijar una fecha para presentar el acuerdo, aunque se ha comprometido a que sea "lo más rápido posible". También ha hecho un llamamiento al resto de grupos políticos para que se sumen al acuerdo, avanzando que CiU se ha mostrado favorable.

"Esta mañana se trata de resaltar las coincidencias para tratar de llegar a acuerdos", ha comentado, por su parte, Montoro. "Está todo por abordar, tenemos una crisis y se trata de ir abordando los costes [de la energía] pensando en el impacto que tiene en la evolución de la economía española", ha afirmado el dirigente popular, para quien "tenemos que celebrar que la luz no subirá el 1 de julio para las familias, pymes y autónomos".

El grupo de trabajo estará formado, inicialmente, por Miguel Sebastián; el secretario de Estado de Energía, Pedro Marín; y el director de Política Energética y Minas, Antonio Hernández. Por parte del PP participarán los miembros de la dirección económica del partido y los portavoces del área en el Congreso y el Senado.

Zapatero avisa que todos tendrán que ceder

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que este acuerdo es "un primer paso" para llegar a un pacto energético.

En declaraciones a los periodistas en Trípoli, después de su entrevista con el presidente libio, Muamar el Gadafi, Zapatero ha garantizado que el Gobierno trabajará "con todo el esfuerzo".

"El Gobierno, desde luego, está abierto. Todos tendremos que ceder algo para llegar a ese acuerdo", ha señalado antes de recordar que ya hace un año ofreció ese pacto a todas las fuerzas políticas. En ese pacto quiere incluir a todos los partidos, aunque reconoció que es "importante" empezar con el PP.

A su juicio, se trata de un acuerdo en una cuestión estructural que afecta a la competitividad futura de la economía española, por lo que cerrarlo sería un "factor de confianza".

Las eléctricas, en contra de la suspensión

El pacto deberá decidir cuál es el mix energético que España pretende alcanzar de aquí a 2020, un camino en el que habrá que abordar aspectos espinosos, como la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares, el emplazamiento del almacén de residuos nucleares -Sebastián ha vuelto a insistir en que se hará "con el máximo consenso social y político"- y el déficit de tarifa de las compañías eléctricas, esto es, la diferencia entre costes e ingresos del sistema, que ellas financian y que en estos momentos asciende a unos 20.000 millones de euros.

De hecho, la subida prevista para julio pretendía subsanar parte de esa diferencia entre los costes de producir la energía y su precio, por lo que se esperaba un aumento significativo de la tarifa. En una primera reacción, el presidente de la patronal eléctrica Unesa, Pedro Rivero, ha calificado de "muy grave" la decisión de no subir la tarifa regulada en julio.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha respondido que le sorprende que el día en que empieza el camino hacia un pacto de Estado en materia energética, reclamado por el sector, "alguien diga que tendrá graves consecuencias. Creo que no lo ha entendido muy bien".

Este miércoles, el resultado de la subasta entre las cinco comercializadoras que ofrecen la tarifa de último recurso (TUR) del tercer trimestre del año anticipaba una fuerte subida de la electricidad a partir del 1 de julio, ya que la puja encareció los precios respecto a los periodos anteriores.

La TUR es la tarifa que utilizan la mayoría de hogares y pymes, casi 27 millones de consumidores, y la única que aún fija el Gobierno, aunque sólo en parte: Industria propone a la Comisión Nacional de la Energía la subida para los peajes de acceso o costes fijos, que representan aproximadamente la mitad de la TUR, mientras que otra parte se decide en la tarifa entre comercializadoras. El tercer componente, de menor importancia relativa, viene dado por el impacto de las primas a las energías renovables, que se cargan en la tarifa también por decisión de Industria.

Una subida superior al 4%

Ayer, la subasta entre comercializadoras se cerró con una subida del precio del producto base de un 11,3% respecto a la media de precios de la puja anterior (44,5 euros por megavatio hora frente a 40,49 euros/MWh) y un aumento del precio del producto punta de un 14% respecto a la media anterior (50,48 euros/MWh frente a 44,52 euros/MWh), según el gestor del proceso, Omel.

Estos precios se iban a combinar con la propuesta del Ministerio de Industria para los peajes de acceso, que abogaba por una subida del 10% para los hogares y pequeños negocios, y del 5% para la industria en zona urbana. Para los grandes consumidores industriales, se contemplaba el mantenimiento de las tarifas.

Antes de conocer el resultado de la subasta, el sector consideraba que el precio de la electricidad subiría en torno a un 4% en la revisión del 1 de julio, pero la subida de la puja hacía prever un alza mayor, que finalmente no tendrá lugar en virtud del acuerdo entre los dos grandes partidos.

Con todo, a pesar de esta decisión, el recibo de la luz se encarecerá a partir del próximo 1 de julio -como el resto de productos y servicios- ya que el IVA pasará del 16 al 18%.